Capitulo IV: Un lazo de esperanza.

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Desde que habían llegado a suelo estadounidense no han tenido más que enfrentar dificultades, pero ahora debían enfrentar el reto más difícil de su vida.

Bobby se encontraba sentado en la cama del refugio mientras pensaba en que es lo que podía hacer para que él y Ronnie pudieran salir adelante. Afortunadamente para ellos el padre Soto les ofreció quedarse en el refugio el tiempo que sea necesario, por lo que no tendrían que preocuparse por donde pasarían la noche.

En ese momento no pudo evitar pensar en cierto ángel rubio que lo ayudo anoche cuando pensó que nadie más lo haría. En esos momentos aquellas palabras resonaron en su mente.

"sabes donde vivo, sabes dónde trabajo. Si necesitas cualquier cosa solo avísame"

Inmediatamente sacudió su cabeza para sacar aquellas ideas de su mente. Lori Loud ya tenía suficientes problemas cuidando de sus cinco hermanos como para que también tuviera que preocuparse por un par de inmigrantes indocumentados. Además, ella ya suficiente había hecho por el mexicano y no quería molestarla más.

Y aun así no había podido sacársela de la cabeza en toda la noche.

A pesar de todo, Bobby no podía evitar pensar en Lori. Su acto de bondad había dejado una profunda impresión en él, y aunque se esforzaba por no aferrarse a la idea de depender de ella, no podía quitársela de la cabeza. Tal vez era porque había sido la primera persona en mucho tiempo que les había mostrado compasión y les había brindado apoyo.

Bobby suspiró, sintiéndose atrapado en una encrucijada emocional. Por un lado, no quería ser una carga para Lori, pero, por otro lado, la idea de tener a alguien en quien confiar y apoyarse era tentadora. No estaba seguro de cómo resolver esta situación, pero sabía que debía concentrarse en encontrar una solución para él y Ronnie.

En esos momentos el mexicano fue sacado de sus pensamientos por su pequeña hermana, quien se acercaba con un plato de comida.

—      Toma, necesitas desayunar bien — comento la mexicana mientras le acercaba el plato a su hermano.

—         Gracias hermanita.

Bobby tomo el plato, pero en lugar de probar un bocado solo se le quedo mirando fijamente por unos momentos. Cosa que fue notado inmediatamente por Ronnie Ane.

—       Sabes Bobby, estaba pesando y creo que podía ayudarte trabajando para conseguir un poco de dinero.

—       ¡No! — replico el mexicano — Aun eres una niña.

—       ¡Tengo 14 años!

—       Aun así, que clase de hermano seria si no pudiera cuidar de ti.

—       Lo sé, pero no podemos seguir así. Necesitamos conseguir dinero para poder sobrevivir y salir adelante. No podemos depender de la caridad de los demás para siempre — dijo Ronnie Ane con un tono decidido.

Bobby sabía que su hermana tenía razón. Ayer con mucho esfuerzo logro conseguir un poco de dinero. Además, siendo indocumentados, la situación se complicaba aún más. Pero no podía dejar que su hermana asumiera esa responsabilidad.

—       Lo siento, Ronnie, pero no puedo permitir que trabajes. Yo encontraré una manera de conseguir dinero para nosotros. Solo necesito un poco más de tiempo y paciencia.

Ronnie Ane asintió, pero su expresión indicaba que no estaba del todo convencida. Bobby sabía que no podía protegerla de todo, pero haría todo lo posible para que su hermana no tuviera que cargar con responsabilidades que no le correspondían. El necesitaba encontrar una solución lo antes posible. Debía ser creativo y buscar oportunidades, aunque fueran limitadas debido a su estatus migratorio.

The Loud House - La luz de mi Vida [Ronniecoln/Lobby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora