The Loud House - La luz de mi Vida [Ronniecoln/Lobby]

Capitulo XXXIX: Entre Sombras y Arrepentimientos

Lori despertó con los ojos completamente hinchados por el llanto. Durante unos breves momentos, mientras su mente aún estaba nublada por el sueño, se preguntó si todo lo que había sucedido en las últimas horas había sido solo una horrible pesadilla. Sin embargo, la dura realidad la golpeó como un puñetazo en el estómago cuando bajo por las escaleras y vio la habitación de Bobby vacía.

Bobby se había llevado a Ronnie Anne a quien sabe dónde sin decirle nada a nadie. Los acontecimientos de la noche anterior seguían atormentándola, y solo podía sentir una mezcla de angustia y enojo. Lori regresó a su habitación y tomó su teléfono. Miró la pantalla, esperando ver un mensaje o una llamada de Bobby, pero no había nada. El silencio en su teléfono solo aumentó su preocupación. Miró la hora percatándose que ya se le había hecho tarde para ir al trabajo. Pero en esos momentos, simplemente no tenia las fuerzas ni la cabeza para enfrentar el día.

Simplemente se vistió con ropa simple y se dirigió hacia la cocina, donde encontró a Lincoln en el comedor, por su aspecto pareciera que no había podido conciliar el sueño en toda la noche. En sus manos, sostenía la sudadera de Ronnie Anne, aferrándola como si fuera su último vínculo con ella.

— Hermanito, ¿cómo te sientes hoy? — preguntó Lori con voz suave, acercándose a él.

Lincoln no contestó, solo seguía en silencio, mirando la sudadera de su amada. Lori se sentó a su lado y lo abrazó con ternura. En ese momento, notó que su hermano se encontraba ardiendo en fiebre, causando una preocupación adicional en su corazón.

— Lincoln, necesitas irte a la cama. ¡Estás ardiendo en fiebre! — Lori le tocó la frente, sintiendo el calor que emanaba de él.

Lincoln finalmente alzó la mirada hacia su hermana. Sus ojos rojos se encontraron con los suyos, y había un dolor compartido en esa mirada.

— No puedo descansar, Lori. No sé dónde está Ronnie Anne, si está bien. No puedo pensar en nada más — habló con voz débil.

Lori le acarició suavemente el cabello, sintiendo la impotencia ante la situación.

— Vamos a encontrarla, Lincoln. Bobby y Ronnie Anne son fuertes, y estoy segura de que estarán bien. Pero ahora, necesitas descansar.

Lincoln asintió débilmente, dejando que su hermana lo guiara de regreso a su habitación. Mientras Lori lo arropaba, Lincoln seguía sosteniendo la sudadera de Ronnie Anne, como si fuera su ancla en medio de la tormenta.

— Tranquilo, Linky. Todo estará bien. Solo descansa y deja que la fiebre pase.

Lincoln asintió levemente, pero su expresión seguía mostrando angustia. Lori continuó cuidando de su hermano, preocupada por su fiebre y su estado emocional. Sabía que tanto ella como Lincoln estaban sufriendo por la desaparición de los hermanos Santiago, y la fiebre de Lincoln solo aumentaba su preocupación.

Por su parte, Eddie había salido de muy temprano junto a Leni. Buscando posibles pistas sobre donde pudieron haber ido Bobby y Ronnie Anne. Fueron directamente a la estación de autobuses, donde Luna los estaba esperando. Intentaron interrogar nuevamente a la taquillera, pero ella no se veía con ganas de colaborar.