Capitulo LVII: Recuerdos Dormidos

247 10 6
                                    


Esto es inaudito — exclamó el Alcaide de la prisión de St. Claire al revisar los informes sobre el incidente en la celda de Saul.


Había sido informado de que Saul había sido atacado dentro de la prisión durante el motín, lo cual era una situación extremadamente preocupante. Afortunadamente logró sobrevivir, pero se encontraba en un estado crítico de salud.


¡Quiero que inmediatamente busquen al responsable de este ataque! —ordenó el alcaide, con voz firme y autoritaria—. No podemos permitir que algo así ocurra bajo nuestra supervisión. Encuentren a quien sea que esté detrás de esto y asegúrense de que se haga justicia.


Los guardias asintieron y se dispusieron a cumplir las órdenes del alcaide. Sabían que la seguridad de los prisioneros era una prioridad absoluta, y un ataque de esa magnitud no podía ser tomado a la ligera. En esos momentos, uno de los guardias se acercó lentamente al alcaide.


Señor, el fiscal Edgeworth quiere hablar con usted.

— Dígale que estoy ocupado en este momento. Me reuniré con él en cuanto haya recibido más información sobre la situación —respondió el alcaide, aun revisando los informes.

— No lo entiende, señor. Él se encuentra afuera.


Antes de que el guardia terminara de explicar. El fiscal Miles Edgeworth ingresó a la oficina del alcaide. Apenas era un joven de cabellos gris oscuro y con un porte de elegancia en su forma de vestir y caminar. A pesar de no superar los 22 años, era uno de los fiscales más prometedores de la región, conocido por su precisión y determinación en cada caso que tomaba.


— Fiscal Edgeworth, esto es una sorpresa —dijo el alcaide, levantándose de su silla para saludar al joven fiscal.

— Lamento la intrusión, alcaide, pero he sido informado del ataque a Saul y estoy aquí para asegurarme de que se realice una investigación exhaustiva. Este ataque no puede quedar impune —respondió Edgeworth con firmeza.


El alcaide asintió, comprendiendo la gravedad de la situación.


— Estoy de acuerdo, fiscal. Ya he dado órdenes para que se investigue a fondo. Pero ¿qué lo trae aquí tan urgentemente?


Edgeworth se acomodó en una silla frente al escritorio del alcaide y comenzó a explicar.


— Como sabrá, Saul está acusado por lavado de activos y fraude. Pero tambien era un testigo importante para poder desmantelar toda la red criminal en la que creemos que está involucrado.


El alcaide frunció el ceño, sintiendo la presión de la situación.


— Entiendo la gravedad de lo que está diciendo, fiscal Edgeworth. Aseguraremos que Saul reciba la mejor atención médica posible para garantizar su recuperación. Además, intensificaremos las medidas de seguridad para evitar cualquier otro incidente.


Edgeworth asintió, satisfecho con la respuesta del alcaide.


The Loud House - La luz de mi Vida [Ronniecoln/Lobby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora