Capitulo XXIV: Sumida en un mar de Pesadillas.

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La función en el Jean Juan's trascurrió con normalidad, Bobby cantaba la última canción de la tanda interpretando "Ay Jalisco no te rajes" con su característica pasión y energía, mientras Eddie lo acompañaba con su guitarra, deleitando a los presentes con su talento musical.

Después de la presentación, Eddie les explicaba donde seria la serenata para la que los habían contratado. Normalmente siempre iban a varios de los poblados dentro del condado y a sus alrededores. Pero en aquella ocasión tendrían que ir al condado de St. Claire, muy cerca con la frontera con Canadá. Harían aproximadamente una hora de camino, pero estaban dispuestos con cumplir con su compromiso.

La mitad de los mariachis subieron al auto de Mike mientras el resto iría en El Camino. Eddie estaba emocionado por la oportunidad de llevar su música a un nuevo lugar y compartir la cultura mexicana con más personas.

El viaje hacia St. Claire fue animado, con Bobby y Eddie compartiendo chistes y anécdotas para mantener el ambiente ligero. En el auto de Mike, los otros miembros de la banda también charlaban y se divertía.

Después de un largo viaje, finalmente había llegado al punto indicado. Una hermosa casa de campo rodeada de naturaleza exuberante. Aparentemente estaban celebrando una pequeña boda y necesitaban animar el ambiente con su música.

La banda se instaló y comenzaron a afinar sus instrumentos. Aunque Eddie por alguna razón tenía un mal presentimiento que no podía quitarse de la cabeza. Decidió llamar a su madre antes de todo para cerciorarse de que estuviera todo en orden.


¡Hola, mamá! Soy Eduardo. Solo quería asegurarme de que estés bien y de que no necesitas nada.


La voz de su madre sonó cansada pero serena al otro lado de la línea.


¡Hola, cariño! Estoy bien, tranquila. No te preocupes por mí, estoy descansando en casa y siguiendo las recomendaciones del médico. Estoy emocionada de escuchar sobre tu serenata. ¿Cómo va todo?


Eddie se sintió aliviado al escuchar la voz tranquila y positiva de su madre.


Me alegro de que estés bien, mamá. La serenata está por comenzar, pero antes quería asegurarme de que estuvieras cómoda y no necesitaras nada. Papá me llamó antes y estaba un poco preocupado.

Dile a tu padre que estoy bien, cariño. Estoy descansando y siguiendo todas las indicaciones médicas. No te preocupes por mí, disfruta de tu presentación y diviértete. Estoy orgullosa de ti.


Eddie sonrió al escuchar las palabras de apoyo de su madre.


Gracias, mamá. Te quiero mucho y te prometo que estaré pendiente de ti. Si necesitas algo, no dudes en llamarme. Disfruta de tu descanso y cuídate mucho.


Con el corazón más tranquilo, Eddie se despidió de su madre y volvió con el resto de los mariachis.


— ¿Todo bien, Eddie? —preguntó Bobby, notando su expresión de alivio.

— Sí, todo está bien. Mi mamá está en casa descansando y siguiendo las recomendaciones médicas. Está bien cuidada. Pero por cualquier cosa le mandare un mensaje a Leni para que me ayude a echarle un ojo.

The Loud House - La luz de mi Vida [Ronniecoln/Lobby]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora