Pasaron dos días desde que Francisca había conocido el Bosque Mágico, y tenía tantas ganas de volver, a veces pensaba cómo sería despertar ahí cada día. Mientras su cabeza la ocupaba ese pensamiento, sus manos se ocupaban de sacar la basura, lucía su pijama y sus adorables pantuflas y un poleron negro de capucha cubría la parte de arriba de su cuerpo.
No muy lejos de ella, en un auto azul se dibujaba la presencia de Max, a quien saludó desde el portón de su casa en esa increíble facha, segunda vez que lo hacía y de cierta manera era un poco vergonzoso. Max le respondió el saludo esbozando una dulce sonrisa, pero se veía preocupado y con prisa, porque dejaba a su paso el polvo al viento. Por un momento Francisca pensó que sus vecinos corrían en la fórmula 1 porque ya eran tres veces con esta que presenciaba una nube de polvo sobre su cabeza, proveniente de alguno de los vehículos de sus nuevos vecinos. Suspiró y entró.
Bebió su café de cada mañana sentada en el suelo del pórtico viendo como el día le ofrecía un hermoso panorama ante sus ojos; un hermoso día nublado. Esos días la animaban, realmente despertaba feliz y le daban ganas hasta de salir. Mientras seguía bebiendo su café revisaba las redes sociales cuando vio la historia de Vanessa en una de ellas, había ido con su madre, Matías e Ignacio a ver la nueva película que tanto habían esperado por ver y no pudo evitar sentir nostalgia, pero al mismo tiempo felicidad porque sabía lo feliz que eso hacía a su mejor amiga. Lo pensó por un momento, también lo dudó, hasta que cuando se levantaba del lugar dijo: "Decidido, esta noche iré al cine" nunca había ido sola, pero quizá era el momento de una nueva primera vez.
Durante el día organizó su oficina, había documentos que debía conservar y otros que ya debían estar en la basura. Puso música para ordenar y organizar en paz y disfrutar mejor de cada actividad, llamó a su madre y habló con ella, su hermana y sobrinas casi por dos horas, eso la dejó tan feliz que el resto de la tarde tuvo una sonrisa pegada en su cara. No tenía tiempo de cocinar y encargó sushi en un restaurant del pueblo, lo único malo es que en ese preciso instante no contaban con delivery, no era lejos pero no quería salir, aunque debía hacerlo y en realidad estaba tan feliz que por esta vez no le importaba. Se subió a su auto y antes de partir buscó la música que la acompañaría en ese viaje, le gustaba manejar y escuchar música fuerte, y cantar, la relajaba, le gustaba más manejar sola que con compañía, porque así disfrutaba de su propia compañía.
Desde su casa al pueblo había que seguir el camino rural desde su casa hasta aproximadamente unos tres Kilómetros, luego doblar hacia la izquierda y continuar otros seis, luego a la derecha unos seis más según su cálculos, eran alrededor de 15-20 minutos en auto dependiendo del clima y de cuan apurado estuvieras, como era el caso de Max esta mañana y precisamente en este minuto, en que lo vio pasar de vuelta, esta vez iba a una velocidad normal, al reconocerse ambos autos pararon para saludarse, cruzando simples palabras pero con amabilidad y una sonrisa de parte de ambos, alcanzó a divisar un ramo de rosas en el asiento del copiloto y lo que parecía ser una caja de chocolates. Él se dio cuenta de que Francisca había visto las flores y le dijo:
-Hoy es nuestro aniversario... Pero estoy tan lleno de trabajo que lo olvidé, espero que pueda perdonarme. Dijo él suspirando de una forma que parecía contener un tanto de arrepentimiento.
-Espero que así sea y que puedan disfrutar el resto del día, dijo ella.
Ambos sintieron la bocina que tocaba un auto detrás se Max que al parecer si iba apurado, se despidieron y cada cual continuó su camino. Ella llegó a su destino, tomó su pedido y se dirigió a su hogar. Una vez allí disfrutó el sushi quedando tan satisfecha que sentía que si se movía más de la cuenta iba a explotar, lo que la obligó a recostarse y dormir una pequeña siesta. La función era a las 20:00 horas. Lo que le daba el tiempo suficiente después de su siesta para arreglar sus cosas y llegar al cine.
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Esos ojos Japoneses
RomanceUna mujer deja atrás su pasado para rehacer su vida, cambiando en todo sentido, incluso su rumbo. Su nuevo destino le trae esperanza, quizá aquí conozca a quien podría ser su alma gemela Solo sabe que está dispuesta a vivir nuevamente.