Después de dormir como hace tiempo no lo hacía Francisca despertó gracias al sonido de la lluvia que parecía no acabar. Como siempre una de las primeras cosas que hacía al levantarse era alimentar a su manada y en días de lluvia asegurarse que estuvieran bien y que no se expusieran. Dejándolos en el cuarto que había hecho especialmente para ellos en el patio.
Se sentía mal, congestionada, temblorosa y sin ganas. Se permitió pasar el día en cama, al parecer el frío de la noche anterior hizo su efecto que resultaba ser el comienzo de un resfrío, del cual ahora estaba presa. Aún era temprano, eran casi las 08:30 de la mañana, ni siquiera se molestó en desayunar y subió a su habitación con la esperanza de dormir un poco más.
Llevaba "descansando los ojos" unos cinco minutos sin poder conciliar el sueño, los temblores de su cuerpo aumentaban y un dolor de cabeza anunciaba su llegada. Sabía que si prendía la televisión no dormiría nuevamente, aun no abría los ojos cuando su teléfono vibró un par de veces sobre el velador, no le tomó importancia porque era temprano, generalmente con Vanessa se escribían desde las 10:00 am en adelante y con su familia por la diferencia de horario mucho más tarde. No quería asumir que ya no dormiría más esa mañana, pero la intriga era más grande. Deslizó la pantalla para desbloquear su teléfono y como si se tratara de la continuación de una extensa conversación, la respuesta al mensaje que ella envió anoche estaba ante sus ojos:
A: Amanecí mejor, gracias. Espero que tú también lo estés.
Se fijó que en la parte inferior del chat aparecían las palabras "Escribiendo..." Era una mujer ansiosa, eso la ponía nerviosa, dejó el celular a un lado y cuando volvió a llegar una notificación, esperó un par de minutos antes de ver los mensajes.
A: Akari ama su traje nuevo, dice que gracias por pensar en él. Foto adjunta con pie de foto: Preciso para un día de lluvia.
Resignada a que ya no podría dormirse nuevamente decidió responder los mensajes uno por uno como solía hacer.
F: Qué bueno que estés mejor.
F: Me resfrié🤧
F: Dile a Akari que de nada, dale un abrazo de mi parte.
Sin darse cuenta ya estaban sosteniendo una conversación más extensa acerca del resfrío, de Akari, del clima y varios temas más. Pero Francisca se sentía muy mal y solo quería despegar sus ojos de la pantalla y volver a dormir, o por último, volver a "descansar los ojos". Se lo hizo saber a su vecina ya que no deseaba hacerla sentir mal sin responderle o dejando en visto sus mensajes. Cerró los ojos y mágicamente se volvió a dormir. La mujer al otro lado del teléfono se preocupó, pero entendió, no escribió más e hizo sus cosas.
Abrió los ojos cuando creyó oír su nombre, antes de despertar abruptamente estaba soñando que alguien la llamaba, ¿o había sido real? cerró los ojos nuevamente y ahí estaba, efectivamente alguien gritaba su nombre fuera de su casa, pensó en ese minuto en la importancia de poner un timbre en el portón. No lo creía necesario hasta ahora, ahora que escuchaba una voz ya casi familiar y pensó también que a ese ritmo la persona que gritaba fuera de su casa, lo haría más veces.
Se paró como pudo y bajó las escaleras y cayó en cuenta de que ya no llovía así que salió y verificó que su oído no la engañaba, la voz casi familiar era de Max, quien sostenía un paraguas en una mano y en la otra una bolsa que le parecía conocida.
-¿Cómo estás? Dijo él añadiendo de inmediato que era una pregunta tonta, puesto que se veía el evidente estado de Francisca. Ambos rieron y sin dejar espacio a que ella respondiera o se enfrascaran en una conversación más larga le dijo que debía irse rápido a su oficina, que veía solo a dejar aquella bolsa. Ella agradeció y entró nuevamente a su hogar. Como si el cielo se hubiera apiadado de su sentir la lluvia se ausentó precisamente los escasos minutos que ella estuvo afuera, apenas entró afuera volvió a llover como si fuera un diluvio.

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Esos ojos Japoneses
RomanceUna mujer deja atrás su pasado para rehacer su vida, cambiando en todo sentido, incluso su rumbo. Su nuevo destino le trae esperanza, quizá aquí conozca a quien podría ser su alma gemela Solo sabe que está dispuesta a vivir nuevamente.