Francisca despertó deseando dormir un poco más, Akiko no estaba a su lado como de costumbre. Pensó que andaba en alguna parte de la casa y se duchó para unirse a ella en el desayuno, pero al bajar solo encontró una nota junto al desayuno ya preparado.
"Tuve que ir a casa. Que tengas un hermoso día, disfruta tu desayuno <3"
Era la nota más fría que había recibido en todo ese tiempo, incluso cuando aún no eran novias, se escribían con más sentimiento. Pensó que fue por el apuro e intentó llamarla, pero solo había un buzón de voz disponible para ella. Supuso que su novia estaba demasiado ocupada o atrasada, pronto hablaría con ella, mientras tanto, prepararía sus cosas para el intenso día por delante. Hoy debía realizar una cirugía muy compleja que la tenía preocupada. Suspiró hondo antes de salir de casa y le pidió al universo que el conocimiento la guiara.
Al llegar al trabajo, como siempre Libertad la recibía amablemente, el tiempo había pasado y ella parecía haber olvidado su amor por Francisca, o al menos eso le mostraba a ella, pero no era cierto, la verdad es que secretamente envidiaba a Akiko y la relación que tenía con su jefa, ella veía los tratos de ambas y quería ocupar el puesto de Akiko. Inconscientemente siempre buscaba la manera de acercarse un poco más y estar siempre pendiente de todo para jugar sus cartas, como este día que debían afinar los detalles de un ya avanzado plan.
La cirugía duró un par de horas en las que Francisca no podía ver los mensajes que le llegaban, en los cuales Akiko se disculpaba por su reacción y le dijo que tenía algo importante que hacer esa mañana, no quería preocuparla y menos generar un conflicto entre ellas por un mal entendido. Al finalizar solo quería mantener con vida a su paciente así que se quedó a su lado un tiempo bastante largo. Luego entró Libertad, recordándole que debían seguir con algo.
Akiko estaba dolida y su pareja parecía ser indiferente a ello, sabía que particularmente esa semana había estado muy cansada y ocupada, pero su instinto insistía en que había algo más. No recibía respuesta y al pasar los minutos su ansiedad aumentaba, pero recordó la cirugía y de inmediato se sintió muy mal por no recordarlo antes, así que quiso remediarlo, aún estaba a tiempo, cocinaría algo para su amada e iría a verla y felicitarla porque sabía que ella podría con todo.
Libertad se sentó frente a Francisca, apoyando sus codos en la mesa, apreciando los gestos que ella hacía mientras hablaba, debido a que debían buscar información, se acercó más para ver de cerca la pantalla. Y comenzaron su ardua búsqueda en internet, mientras Libertad anotaba algunas cosas en una agenda.
Al llegar a la clínica, Akiko se dirigió directamente a la consulta de Francisca, sabía que a esa hora cerraban para almorzar y estaba a tiempo. Sintió voces nuevamente y para fortuna propia, la puerta estaba abierta y se divisaba la interacción de ambas mujeres.
-¿Y este, te gusta? A mi si, se ve cómodo.
-No lo sé, tal vez algo más alejado, quisiera algo de privacidad.
-Podría ser este. Señaló la pantalla acercándose más.
-Sí, ese es lindo. Yo solo quiero que ambas disfrutemos.
-Espero que así sea. A todo esto, ¿Cuándo se lo vas a decir?
-No he encontrado el momento.
-¿Por qué?
-Porque cada vez que la miro a los ojos y sé que ella sabe que algo pasa, me mata. Porque ya no quiero guardar más esto. Dijo mirando un punto hacia su escritorio. Pero no puedo, cada vez que intento hacerlo me pongo nerviosa porque no sé cuál será su reacción.
-Lo importante es que por el momento ella siga creyendo que nada pasa.
-Sí, pero ya comienza a incomodarme seguir ocultando esto.
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Esos ojos Japoneses
RomanceUna mujer deja atrás su pasado para rehacer su vida, cambiando en todo sentido, incluso su rumbo. Su nuevo destino le trae esperanza, quizá aquí conozca a quien podría ser su alma gemela Solo sabe que está dispuesta a vivir nuevamente.