desafortunadamente para Debbie, Carlos logro esquivar el objeto con facilidad sin que una sola gota de vino cayera sobre el. Usualmente, esto seria algo sin mayor importancia, pero no para Carlos.
luego de arreglar su traje, la maldijo con voz fría, "¡Maldita mujer! ".
"Carlos", intervino Curtis inmediatamente antes que se descontrolaran aun mas las cosas, "fue un accidente" . Curtis hizo un discreto gesto a Debbie para que estuviese de acuerdo , pero ella simplemente resoplo, y lanzo una mirada desafiante a Carlos , y sin pestañar dijo, "No, señor Lu. De echo, fue mi intención hacerlo". apenas las palabras salieron de su boca, un par de ojos ardientes se encontraron con su mirada, también intimidante.
casi se podía escuchar el crepitar de las furiosas llamas en el silencio cargado de tensión, con solo escuchar atentamente.
"¡seguridad !", grito Carlos, sin apartar la mirada. Segundos mas tarde, varios guardias acudieron en su ayuda. "¿En que podemos servirle, seños Huo ?", preguntaron con prontitud.
Con los dientes apretados, ordeno: "Echa a esta mujer para alimentar a los tiburones. ¡Cualquiera que que intente salvarla se las vera conmigo!". Su amenaza funciono, ya que nadie se atrevió a intervenir en favor de Debbie.
Sin embargo, la joven ni se inmutó. Le entregó a Curtis su chaqueta y, quitándose los zapatos de tacón, se preparó para la pelea. "¡No se atrevan!", advirtió a los guardias de seguridad que se acercaban a ella.
Más personas se percataron del conflicto. Jeremías, embriagado para este entonces, escuchó desde lejos la voz alta de Debbie. Se puso de pie de un salto y se apresuró en ir hacia la multitud, dejando atrás al par de chicas que le acompañaban.
Cuando llegó a la escena, Debbie ya estaba en medio de una pelea con los guardias. Los presentes, curiosos por ver el resultado, simplemente se dedicaban a mantener una prudencial distancia, retrocediendo un par de pasos de vez en cuando.
Curtis trató de persuadir a Carlos de su irracional decisión, pero este permaneció inmutable a la apelación del director, como siempre. Una vez que Carlos tomaba una decisión, nadie podía hacerlo cambiar de parecer, ni siquiera su mejor amigo.
Algunos guardaespaldas profesionales habían sido enviados al crucero por Warren Lu, el padre de Curtis, cuando este pensó que habían algunas personas que podían causar problemas.
Determinada, Debbie logró derribar a siete guardias y a tres guardaespaldas, antes de ser finalmente sometida, se necesitaron tres de estos últimos para mantenerla en el suelo. Aunque nadie se atrevía a decirlo en voz alta, era un espectáculo vergonzoso, de cualquier forma, fue lo suficiente como para sacar a Jeremías de su trance. En cuanto trató de acudir en ayuda de su amiga, fue detenido por dos guardaespaldas, en su condición, no estaba en mucha capacidad de defenderse. Pero eso no significó que les facilitaría las cosas. "¡Suéltenme! ¡Tengo que ayudarla!", dijo el chico, luchando por soltarse. "¡Fuera de mi camino o los mato! ¿Me han oído? Los matare a...", su voz se apagó al notar la mirada de Carlos sobre él.En silencio, observó cómo Debbie era arrastrada fuera de la cabina por los guardaespaldas. Como un rebaño de ovejas, la multitud los siguió, disfrutando claramente del espectáculo, sin que a nadie le importara lo serio que se estaba volviendo el asunto.
A fin de cuentas, la estrella de espectáculo era el influyente señor Huo, quien ahora tenia la intención de alimentar con alguien a los tiburones. ¿Con qué frecuencia se podía ver algo así? ¿No era esto emocionante?
Curtis, a diferencia de los demás, no siguió al resto y antes de salir de la cabina, le susurró algo a algunos guardaespaldas. Cuando pasó junto a Jeremías, antes de salir corriendo para implementar su plan, le lanzó una mirada aseguradora, como si dijera: "No te preocupes".
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respira contigo
RomanceAmar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único lo que Debbie pide es el divorcio. Levaba tres años casada con un Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera ha visto la cara. Cuando por fin decide poner fin su irónico m...