Capítulo 124 El pasado

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Cuando Douglas presentó por primera vez una propuesta para casar a Debbie con Carlos. Arturo, quien ya había oído hablar de Carlos anteriormente, aceptó la propuesta sin dudarlo.

 Debbie acababa de romper con Hayden en ese entonces y le era imposible llevarle la contraria a su padre, quien tenía una enfermedad terminal. Ella estaba tan enojada con Hayden que había aceptado casarse con Carlos en un ataque de resentimiento, su certificado de matrimonio había sido emitido el día de su cumpleaños de ese mismo año.

 La razón por la que Carlos había aceptado casarse con Debbie era que respetaba la voluntad de su abuelo, desde su infancia, Douglas había dedicado su tiempo y dinero a la educación de su nieto, por lo tanto, cuando el viejo y débil abuelo sentó a Carlos y le recomendó a Debbie como esposa, este no se opuso al anciano.

 En ese momento, Carlos era un adicto al trabajo, prácticamente no tenía
tiempo para nada más.

Poco después, Douglas fue hospitalizado y quedó en estado de coma, antes de que pudiera comunicarle a nadie más el matrimonio de su nieto. El hecho de que Carlos estuviera demasiado metido en sus asuntos laborales no ayudó demasiado, él corría de una reunión a otra, de un lugar a otro, todo su mundo giraba en torno a los negocios, hasta que poco a poco, se fue olvidando completamente de su esposa.

Debbie no sabía la historia detrás de esto, ella y Carlos habían estado casados durante tres años, pero apenas se había empezado a conocer desde hacía varios meses.
—Tu abuelo todavía está en coma, cuando tu padre se entere de esto, estoy bastante segura de que hará un enfado —dijo Tabitha con preocupación. Esa era un verdadero dolor de cabeza para ella, si había algo que no le gustaba de James, era su carácter temperamental. 

A lo largo de los años, Tabitha había aprendido a evitar con inteligencia los conflictos innecesarios con su esposo, sin embargo, ella sabía que si se enojaba, podría ser irrazonable y no había manera de saber cómo se tomaría el matrimonio de su hijo con Debbie.

Sintiendo la preocupación de su madre, Carlos se levantó de su asiento, se acercó a Tabitha y le dijo con calma: —Mamá, déjamelo a mí, no hay necesidad de preocuparse.       

Él no quería que la culparan por la decisión, en todo caso, la palabra de su abuelo era suficiente, el único problema era que las posibilidades de que el anciano llegara a salir del hospital sano eran mínimas.

Poco a poco, Tabitha acordó mantener la calma y esperaba que James fuera lo suficientemente racional como para no hacer un berrinche cuando Carlos finalmente le presentara a Debbie como su esposa.

—Bueno, entonces, ¿Cuándo vas a llevar a tu esposa a ver al resto de nuestra familia? —preguntó Tabitha. Hacía un par de años, las familias Huo y Li se habían mudado al extranjero, lo que significaba que Carlos necesitaría una buena planificación de su agenda para hacer un hueco y llevar a su mujer a conocer al resto de su linaje.

 
—Creo que no tomará mucho tiempo, es momento de visitar a los abuelos — respondió Carlos. Habían pasado tres meses desde la última vez que los había visitado y el año nuevo se acercaba, Carlos había planeado llevar a Debbie a ver a su familia para celebrar juntos la fiesta de este año.

 
—De acuerdo, no te quedes despierto hasta tarde, acabo de ver a Debbie haciendo yoga en su habitación, debe estar aburrida, ¿por qué no vas a hacerle compañía? Realmente espero que ustedes dos puedan tener un hijo muy pronto, me encantaría cuidar a mi propio nieto —tanto Tabitha como Carlos se alegraron ante la mención de un bebé.

 
La familia Huo solía tener un ambiente bastante impersonal y frío, por lo tanto, Tabitha esperaba que un bebé ablandara el ambiente tan tenso que había entre ellos.
Carlos frunció los labios y dijo: —Debbie y yo también lo esperamos.

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