Debbie se sintió frustrada por el mensaje de Karen. '¡No tengo un problema y tampoco creo que Carlos sea el problema!', replicó ella en su mente.
Rápidamente, Debbie escribió en el chat del grupo. —Él y yo todavía no somos tan cercanos, ¡aún necesito tiempo!
A lo que Kristina intervino: —Amiga tengo mucha curiosidad, ¿Quién se pone encima? ¿Tú o tu marido?
La desconcertada Debbie no pudo encontrar una buena respuesta, así que fingió ignorar a Kristina, pero en el fondo muchas preguntas pasaban por su mente, para no hacer evidente su torpeza, hizo clic en el emoji de enfado y lo envió. Después de pensarlo un momento, ella agregó: —Karen retira tus mensajes anteriores, no olvides que tenemos dos chicos en el grupo.
Inmediatamente, Karen envió un emoji que mostraba una expresión sin palabras y retiró los mensajes que había escrito antes, siguiendo su ejemplo, Debbie y Kristina también retiraron rápidamente sus comentarios, para cuando Dixon y Jeremías vieron el chat del grupo, sólo vieron un hilo de varios mensajes retirados.
Pero los problemas de Debbie estaban lejos de terminar, ya que su cuenta de Weibo se había inundado de comentarios y mensajes, en el momento en que ella abrió la aplicación, su teléfono zumbó sin parar con mensajes entrantes como una centralita.
Cuando Debbie verificó al final de los tonos de notificación, había un total de más de 99 mensajes no leídos.
'¿Qué publiqué en Weibo para atraer tanta atención?', se preguntó a sí misma. Haciendo memoria, recordó su apresurada publicación, la cual había olvidado cuando estallaron todos los chats grupales.
Lo malo fue que un buen número de personas en la red habían copiado los comentarios de Kristina: —¿Te atreves a mencionar a Carlos Huo? —como si esto no fuera suficiente, algunas personas incluso mencionaron a este último en los comentarios.
Otra persona popular en esta historia fue Jeremías, cuyo comentario había acumulado cientos de 'Me gusta' donde decía: —El tiempo no perdona a nadie, ¡sólo hazlo!
Una extraña comentó: —En el cielo flotan las nubes, lo que quiero es el pene de Carlos — este comentario fue el que tuvo más 'Me gusta' en la publicación.
Debbie se sintió molesta cuando los demás mostraron un gran interés por su marido, provocada por el comentario, ella lo eliminó sin dudarlo.
Mientras conversaba con las admiradoras de su marido en Weibo, recibió un mensaje de texto de Carlos que decía: —Necesito trabajar horas extra esta noche, así que hoy no habrá clase, sólo quédate en casa y espérame, ¡no vayas a cantar al bar!
La conversación en Weibo era demasiado interesante como para que Debbie comenzara a discutir con su esposo, jugando con el móvil, ella simplemente escribió '¡Sí, Sr. Guapo!' y envió el mensaje.
Al leer su respuesta, Carlos frunció los labios con una sensación de satisfacción, aunque se preguntó por qué su mujer no había protestado como siempre solía hacerlo, puesto que esta actitud se le hacía sospechosa, abrió los Momentos de WeChat y se topó con la publicación de su esposa.
Alrededor de las 11 de la noche y después de un bostezo, Debbie abrió sus Momentos WeChat y vio un comentario dejado por un extraño con el seudónimo "C. ——Créeme, no es un sueño —decía el breve comentario, Debbie estaba confundida, así que abrió los Momentos de 'C' y sólo había una publicación sobre noticias financieras.
¿Quién era este C?
Sin pensar mucho en la identidad de esta persona, ella cerró la aplicación WeChat y comenzó a conversar con las chicas en Weibo nuevamente.
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respira contigo
RomanceAmar y ser amada es lo que toda mujer sueña. Sin embargo, lo único lo que Debbie pide es el divorcio. Levaba tres años casada con un Carlos, un joven multimillonario a quien ni siquiera ha visto la cara. Cuando por fin decide poner fin su irónico m...