El sonido de las gotas de la canilla de agua resonaban por toda la cocina. Estuve muy cansado anoche como para ponerme a limpiar todo el estropicio que se hizo en la cocina por culpa de Tom.
Cuando había entrado a la cocina, habia una sartén en el suelo y mi teléfono por debajo de esa sartén y un océano de aceite, las empanadas que estaba haciendo en aquel momento estaban en el suelo destrozadas, después de lo que pasó en el baño no tuve ni hambre ni ganas de recoger la cocina, obviamente Tom no lo haría.*Flashback*
El dolor y escozor de las quemaduras de mis brazos hacían una combinación horrible, y más tener que soportar a Tom, vendándomelas.
Él estaba de cuclillas frente a mi, yo estaba sentado en el váter sin decir nada, solo aguantando el dolor y mis ganas de decirle un montón de cosas a mi querido gilipollas hermano.
-Por favor Tom, deja de hacerme sentir menos...- exclamé yo después de estar un pequeño rato discutiendo.
Observé como la cara de Tom cambiaba, era muy rara, nunca había visto esa expresión...
-Bill...- dijo él, mientras se ponía la mano en la frente.
-Por favor si vas a hacer un comentario humillante hacia mi, suéltalo ya y déjame machar de nuevo.
De repente, no se que pasó, estábamos comiéndonos la boca.
Algunos gemidos y gruñidos salían de la boca de ambos... todo era tan húmedo, mi hermano me colocó encima suyo agarrándome de las caderas y volvimos otra vez a hacer un reencuentro de nuestras bocas y lenguas, como si se necesitaran.
Dios, ¿qué me estaba pasando?El agua caliente del grifo de la cocina me hizo salir de ese recuerdo, un pequeño grito salió de mi al notar ese agua y los ojos empañados al notar el vaho.
¿Joder como pude ser tan estúpido de dejarme manipular por él? ¿Porqué no paré? ¿Le fuí infiel a Letti?
Miles de preguntas y dudas se me pasaban por mi cabeza.
Mientras maldecía a mi hermano, unas manos se posaron sobre mis hombros lentamente, oh Dios, por favor que no sea Tom... me fui dando la vuelta lentamente.
-¡Hola hijo!- qué alegría y alivio vino a mi al ver a mi madre y no a Tom.
-Ah, hola mamá, ¿qué tal en el trabajo anoche?
-Bien Bill pero muy cansada, a la hora de cenar os quiero comunicar algo así que estaros los dos.- qué incomodo iba a ser, pero no quedaba de otra.
Asentí con la cabeza, mi madre me dio un beso en la frente y se dirigió escaleras arriba.
. . .Eran las 21:13 de la noche, yo estaba en el salón viendo la tele y mamá estaba terminando de ducharse. Tom estaba en su habitación, no notaría su presencia si no fuera por el gran volumen que tenía la música rapera que salía de su habitación.
Yo ya estaba listo hacía algún cuarto de hora, mi hermano estaría vistiéndose.
Escuché como la puerta del baño en la plantas en la que estaba yo se abría, "¡Bill avisa a tu hermano que saldremos en veinte minutos!"
Ay Dios, ¿no había otra tarea mamá?
Suspiré pero me levanté del sofá y mientras subía las escaleras para ir a la planta de las habitaciones empecé a ponerme muy nervioso, recordando lo sucedido hacía apenas 24 horas...
Estaba frente a su puerta, la música hacía retumbar el suelo de aquella planta, por fin me decidí a abrir la puerta que nos separaba.
La música me iba a reventar los oídos y un montón de humo me impedía la vista.
Entre todo ese humo, pude ver a Tom, gracias a que al abrir la puerta el humo fue saliendo.
Tom estaba sin camiseta y sostenía entre sus labios algo que por el olor y el humo pude deducir que era un porro.
Tom ni siquiera se dio cuenta de que yo estaba ahí, me tocaría darle algún toquecito o hablarle pero dudaba que me escuchara con semejante ruido.
Apoyé mis finos dedos en su hombro desnudo, se dio la vuelta.
-Dice mamá que nos vamos a ir pronto.- ni siquiera yo me escuchaba.
-¿¡Qué!? ¡No te escucho!- este chico es tonto.
-¡Dice mamá que nos vamos pronto!
-¡Sigo sin escucharte!- me estaba vacilando seguro.
- QUE- MAMÁ- DICE-QUE-SALDREMOS-PRONTO
-¿¡CÓMO DICES BILL!?- le puse mala cara al darme cuenta de que si, me estaba vacilando, así que me giré dirección a la puerta y empecé a caminar.
Me agarró de la muñeca vendada, y paró la música. Tiró de mi, y nos quedamos cara a cara.
-Dice mamá que nos vamos pronto.
-Te he escuchado a la segunda vez niño.- sonrió de lado.
-A bueno bien, pues entonces deberías acabar de vestirte.- yo estaba nervioso.
Me miró seriamente, le dio una calada al porro y lo soltó en mi cara.
-También deberías apagar eso.- yo no hice ninguna mueca, también debía mostrarle que no solo mandaba el.
-¿Qué hago, me visto o lo apago?
Le mire en silencio serio.
-¿No prefieres que me quede sin camiseta?- será cabrón, yo solo quería olvidarme de lo de ayer.
-Véte a la mierda, venga vístete.- me solté de su agarre y salí de la habitación.
Me encontré a mi madre Justo al salir de ahí.
-Mira que siempre le digo que no fume en casa.- típico de Tom eso de sacar a las personas de quicio.
. . .El camino en el coche fue bastante incómodo, fuimos los dos atrás ya que nos peleamos Tom y yo sobre quien iría de copiloto. Así que mamá decidió que ninguno, como los niños pequeños...
De vez en cuando nos hechabamos malas caras y nos sacábamos el dedo del medio, también como niños pequeños.Habíamos llegado al restaurante.
-Hola buenos días.- saludó la recepcionista de aquel lujoso lugar, Tom y yo no encajábamos ahí, al contrario de mi madre, ella siempre lucia muy elegante.
-Hola, reservé una mesa para tres a nombre de Simone.
Aquella chica observó durante pocos segundos su ordenador, seguramente buscando el nombre en la lista.
-Ajá aquí está, por favor si son tan amables de seguirme.
Mientras aquella chica nos llevaba a nuestra mesa, Tom no dejaba de mirarla, más bien no dejaba de mirarle el culo.
Le golpeé el pecho.
-No seas descarado.- le dije a Tom.
-¿Celoso de que no te esté mirando a ti?- exclamó con su chula sonrisa.
-¡Já! Seguro que si hermano.- él entrecerró los ojos.
Estábamos alrededor de aquella redonda mesa, me fui a sentar y justo Tom hechó mi silla hacía atrás e hizo que me callera largo al suelo.
"¡Bill!" mi madre, y de repente empecé a escuchar una puta risa, claro como no, la puta risa de Tom.
Un camarero que pasaba por al lado me ayudó a levantarme.
Mientras me sentaba, ahora si, le eché una mirada de enfado a Tom, que sólo me observaba intentando no reírse más.Estábamos esperando a que nos sirvieran la cena, yo hablaba con mamá y Tom pinchaba la servilleta con el cuchillo. Hacía trizas la servilleta y me lanzaba bolitas, que fastidioso que es, para algunas cosas será muy adulto pero para otras...
Me trajeron mi plato, que eran manitas de cerdo.
-Te vas a comer las las manitas de tu misma especie.- me quería enfurecer y lo estaba consiguiendo. Se tapaba la cara para no reírse escandalosamente.
-Mamá, voy al baño.- me levanté de mi asiento y fui dirección a los baños.
-Yo aprovecho y voy a fumar.- escuche como dijo Tom, que alivio, algunos minutos antes aguantar a este niño pequeño/mayor.Estaba en el baño, meando.
-¿Necesitas que te la sujete?- del susto que me dio hizo que desviara el apunte y salpicara a la pared.
-¡Que manía tenéis de matarme a sustos!
-Será mi culpa que no sepas apuntar con 17 años.- otra vez con esa sonrisa curvada.
Me abroche la bragueta y me giré.
-No soy yo el que me lanzo a mi hermano y lo siento encima de mi.- sabía que eso le molestaría...
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MI USO
Fanfiction(Novela) Bill, un chico el cual no estaba en su ciudad natal, debido a temas de estudios y otros asuntos personales, llevaba cuatro años fuera de casa. Su hermano era un chico ejemplar pero de un momento para otro cambió totalmente, y esa fue una de...