Cap 32 Apuesta...

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By Bill

Era por la tarde, sonó mi teléfono.

Georg

Hey Bill, ¿te apetece salir un rato? me aburro :)

La verdad era que hacía varios días no salía con Georg, estuve pasando unos cuantos días con Tom, y ayudándole con los exámenes. Antes él y yo salíamos micho.Y tal cual le respondí aceptando, a los pocos minutos ya escuché su moto fuera de casa.

-¿Dónde vas?- mientras bajaba las escaleras Tom me agarró del brazo y tiró un poco de mi hacia atrás.

-Voy con Georg, los dos nos aburrimos.- Tom me miró con una ceja alzada.- ¿quieres venir?

Tom parece que se lo pensó.- Estoy cansado.-suspiró mientras me daba un pequeño beso en la frente.- confío en ti.

Esa última frase me sorprendió un poco.

-¿Confío en ti?- dije riendo un poco.- ¿por que?

Se acercó un poco más a mi, agarrándome de la cintura y rozando nuestras narices.

-¿No puedo decir simplemente que confío en ti? bobo.- y me dio un pequeño pico.

. . .

Georg me esperaba apoyado de pie en su moto.

-¿Dónde me llevas?- dije montándome detrás de él.

-¿Dónde quieres ir?- se giró hacia atrás para poder mirarme.

-Tengo hambre.- dije riendo, él rodó sus ojos.

-Que raro, Bill con hambre.- le di una colleja mientras se volvía a girar.

Rodó la mano en el acelerador de la moto, haciéndola sonar y que sacara humo del tubo de escape.

-Pues si Bill tiene hambre, tendré que conceder sus deseos.- ambos nos reímos, yo un poco avergonzado pero no me causaba problema.

Había desarrollado con Georg una buena amistad. Aunque después de enterarse de mi morbosa e incestuosa relación con Tom, se que algunas cosas habían cambiado. Ya que a veces mencionaba a Tom como mi hermano y seguidamente se corregía y se le trababa la voz. Le ponía nervioso sacar en el tema de conversación a Tom.

Me agarré fuertemente a su torso cuando aceleró. Georg no era un tipo aburrido, le gustaba la acción y la velocidad, por eso en muchas ocasiones, por no decir casi todas, participaba en las carreras del Grenich. A demás, sabía mucho sobre mecánica y gracias a eso podía añadirle siempre un poco más de velocidad a su moto.

Al llegar al centro aparcamos en una calle la cual a unos pasos teníamos diferentes tipos de establecimientos de comida y diferentes tiendas.

-Bueno Billy, ¿qué se te antoja?- me quedé unos segundos mirando a los alrededores para decidirme sobre a donde ir.

. . .

By Tom

-¿Algo más maldito gordo?- le dije a Andreas mientras dejaba un montón de platos con distintos tipos de dulces en la mesa.

-Asi está bien esbirro- agarró un pedazo de pastel y me guiñó el ojo.

-Si hubieras sido otra persona te habría matado ya.- me acomodé en el sofá con los brazos detrás de la cabeza.

Andreas era de esos tíos con los que podías bromear y hablar de cualquier cosa sin ser juzgado, claro que te daría su punto de vista pero no lo diría a malas. A comparación de mi, Andreas era un chico muy bueno. Bueno en los estudios, bueno con la gente, ayudaba en todo... aunque yo aveces lo volvía como yo.

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