Cap 5 ¿Porqué me pides perdón exactamente?

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By Bill

Ya habían terminado las clases, me dirigí hacia el parking de la escuela. Vi a Tom esperando apoyado de brazos cruzados en el cadillac, y a Gustav y Georg con él.

Vi como Tom me miraba, me hizo una seña con los ojos indicando que fuera hacia otra parte donde no hubiera tanta gente y allí me recogería, era parte de la apuesta que no supieran que éramos hermanos.

Cumplí su indicación, mientras iba a donde me indicó, sonó una musiquilla que venía de mi bolsillo izquierdo, me estaban llamando al teléfono. Me alegré mucho cuando vi que en la pantalla ponía...

Letti

Obviamente le di a contestar llamada.

-¡Hola Letti! ¿Cómo te va todo?- le pronuncié yo.

-¡Hola amor! Todo va bien, pero te hecho de menos.- sonreí un poco tristón.

-Ya lo sé, yo también te hecho mucho de menos, pero por lo menos tu tienes a gente allí que ya conoces desde hace años y puedes hacer planes con ellos e intentar olvidarte un rato de mi.- ella se rió.

-¿Qué pasa Billy, no tienes amigos?- ella se burlaba de mi.

-Serás mala, pues si que tengo lista, ya el primer día de instituto para mi y ya conozco a gente y me llevo bien con ellos.- yo sonreía mientras escuchaba la respiración de mi novia a través del teléfono.

-Anda, ¿y también has conocido a muchas chicas?- vaya, pregunta trampa, ¿qué contesto? Le iba a celar un rato...

-Pues sí, muchas chicas alrededor mío, acariciándome el pelo, haciéndome preguntas, y pidiéndome el número de teléfono...- sabía lo que se venía ahora.

-Vaya  vaya... ¡Pues vete con ellas si tan simpaticonas son!- *pi pi pi* se escuchó el sonido de cuando cuelgas una llamada.

Me reí de mi chica celosa, iba a volver a marcarle pero de repente escuché el claxon del coche de mi hermano y a sus amigos gritarme.  El coche paró en frente mío.

-¿Te llevamos a algún sitio nena?- escuché decir a Georg. Mientras, Tom tenía el brazo apoyado en la ventanilla y me miraba.

-Sí, a la casa de tu madre.- exclamé mientras abría la puerta y me montaba en el asiento de copiloto.

Todos empezaron a reír, ¿estaban siendo amables conmigo después de tantos años? Al rato, se hizo el silencio, me percaté de como Tom miraba desde el espejo a Georg y a Gustav que estaban en el asiento de atrás, y les hizo un gesto.

-Emm, Bill , quiero que sepas que ya no somos niños y que te aceptamos como eres, y que nos perdones por todo lo que hacíamos contigo cuando éramos más pequeños.- me dijo Georg.

-Sí, yo también lo siento.- ahora dijo el rubio, Gustav.

Me quedé unos segundos en silencio, esperando a algo, miré a Tom , que no quitaba la vista de la carretera.

-Bien, ¿ y tú?- miraba a Tom.

-¿Yo?- no mi madre.

No dije nada, esperando a que se intuyera.

-Yo no voy a decir nada por ahora.- ... será capullo.

-¿Y porqué no si puedo saber?- yo estaba indignado.

-Lo hice por ti, debías aprender a defenderte.- que valor...

-¡¿A defenderme?! Pero que cabrón , eras mi hermano, deberías haberme ayudado de otro modo y no haciéndome la vida imposible, no te lo voy a perdonar...- mi hermano solo soltó  una pequeña carcajada y siguó a lo suyo, conduciendo.

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