Cap 10 Te odio

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By Tom
Observaba a Bill enfrente mío, saborear una hamburguesa doble y doble queso como un cerdo. Pero aún así, me parecía tierno; ¿cómo podía estar tan delgado como todo lo que comía?

-¿Te vas a comer eso?- Bill señalaba algunas patatas que quedaban en mi plato, ay que decir que yo había comido ya dos platos, por eso no tenía tanta hambre, yo comía también muchísimo.

-Todas tuyas niño.- le acerqué mi plato.
Bill me sonrió de una manera muy bonita, parece que se le había olvidado que me odiaba.

Miraba a Bill como se zampaba una pedazo de hamburguesa con patatas más todas mis patatas, siendo que ya se había comido antes unos huevos fritos y salchichas.

-¿Ósea que puedes comer mucho sin vomitar?- Bill dejó de masticar y fue lentamente subiendo su mirada desde su hamburguesa hasta mi, mirándome con cara enfadada. Yo me reía.

-¿Purqué wo dices?- A Bill le costaba pronunciar bien las palabras debido a la comida de su boca.

-Ya lo sabes bien.- le dije burlándome de él, me encanta provocarle, las miradas de odio quemé pone me encantan.

Esperamos a que nos dieran la cuenta, se acercó la camarera y trajo un pequeño platillo con un papel con la cuenta, pero había otro papel encima.

Bill extrañado lo agarró antes que yo.

Cuando lo miró, su cara cambió por completo, lo arrugó y me lanzó la bolita de papel.

-Ahora vas a pagar tu la cuenta.- agarró la bolsa donde estaba el nuevo teléfono y su chaqueta y fue en dirección a la salida de aquel restaurante.

-¿Bill que ha pasado? Cabrón como esta sea una estrategia tuya para no pagar la cuenta...

Vi la bolita arrugada en el suelo así que la agarré, la abrí y la miré.
"Oye guapo estoy en la barra atendiendo otro clientes pero podrías darme tu número y atenderte a tí esta noche. Xoxo"

Me giré y vi en aquella barra una chica, era rubia y tenía un piercing en la nariz, pero la verdad no era muy agraciada a la vista, por lo menos no para mi...

Me acerqué a la barra, saqué mi billetera para pagar, maldito Bill.

-¿No se te olvida algo?- me dijo aquella chica ofreciéndome en una mano un bolígrafo y en la otra un papel.

-Mmm que yo sepa no.- la chica alzó una ceja.

-Tu número guapo, dámelo.

-Ahora que lo pienso, se me han olvidado dos cosas...- dije yo, que ya me había percatado de que Bill estaba en una farola hablando por su nuevo teléfono.

-¿El qué guapo?- me dijo la chica apoyando su cabeza en su mano que estaba en la barra, mirándome más de cerca.

-Se me olvidaba que, no traigo dinero y que además soy muy cabrón.

La chica alzó la ceja, y entonces eché a correr hacia la salida, un par de camareros fueron detrás mío. Cuando salí agarré fuerte a Bill del brazo y lo llevé conmigo, arrastrándolo prácticamente.

Yo me reía mientras veía a esos camareros corriendo detrás nuestra, pero me daba más gracia la cara de Bill.
Estuvimos corriendo durante un rato hasta que los perdí de vista.

Nos paramos para coger aire, estábamos muy ahogados. Me di mucha ternura ver a Bill medio ahogado con las manos en las rodillas cogiendo aire, era normal al fin y al cabo con todo lo que se había comido hacía apenas diez minutos.

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