MI USO

Cap 60 Diosa Venus

By Bill

-Caíste, encima de mi. Pero porque tuve que correr hacia ti, sino seguramente te habrías partido la cabeza contra la baldosa.

No recordaba mucho de lo que me había contado Andreas, pero sí que recordaba algunas partes, como las de Methew, que había ganado quinientos euros y lo que sí que recordaba muy bien... la cara de Tom.

Me quedé varios segundos atónito, mirando aquel marco de fotos, con esos dos niños pequeños. Andreas y Tom.

-Bill.- me llamó Andreas, yo giré mi cabeza y subí mi mirada hasta sus ojos, dándole paso a decirme lo que me tuviera que decir. Él suspiró.- quiero que sepas que... que encontré esto en tus bolsillos.- bajó la cabeza y sacó del bolsillo de su sudadera una pequeña bolsita con polvos blancos dentro.

Noté como mi corazón se aceleraba de poco a más, nadie debía saber eso y menos Andreas.

Mis ojos se iluminaron y me sentí en la necesidad de lanzarme a él y coger esa pequeña bolsita que se había convertido en mi compañeros personal desde hacía semanas.

No conseguí agarrarlo, Andreas había echado su mano hacia atrás y me había separado de él.
-¡Andreas dame eso!

-Bill.

Yo seguía forcejeando para coger lo que era mío, mi salvación.

-Para, Bill.- seguía chocando mi cuerpo contra el suyo para intentar agarrarlo, incluso llegué a darle algún golpe a Andreas.- Bill.

-¡Dámelo joder!

-¡Cálmate Bill!- nunca había visto a Andreas gritar de esa manera. Mucho menos pensé que me gritaría a mí así.

-¡Cállate y dámelo, no es tuyo es mío!

-¡¿Por qué cojones has tenido que mandarlo todo a la mierda, porque has tenido que depender de esto?!

. . .

-¡Contéstame!- gritó, haciéndome dar un brinco en mi sitio y apretar mis ojos mientras por mis mejillas empezaban a deslizarse aún más lágrimas.- ¡¿No eres feliz conmigo?!- cogió aire. -¡¿te molesta mi actitud?! ¡Perfecto por a mi también! ¿¡Me odias!? ¡Genial porque yo pienso lo mismo de mi! ¿¡No estás satisfecho?! ¡¿Crees que te estoy haciendo daño?!- fue acercándose a mi, yo tenía mi cabeza agachada y goteando lágrimas de mis ojos, ya no podía aguantar más, ya me daría igual llorar de esa manera enfrente de él.- ¡¿Entonces si te sientes así porque no me dejas y me mandas a tomar por culo?!- me agarró de los hombros y empezó a agitarme de manera efusiva.- ¡Déjame claro que no quieres a alguien como yo de pareja, no quieres a alguien con problemas de ira! ¡No quieres tener que lidiar conmigo, con una persona complicada. ¿¡Me quieres tanto como para no dejarme!? ¡¿Por qué me quieres si lo único que hago en mi puta vida es hacerte daño joder?!

Soltó mis hombros y se acercó de manera efusiva a la mesita de noche de al lado de la cama, agarró una lámpara y la lanzó contra la pared, haciendo que la lámpara se hiciera añicos.

Yo estaba congelado, no podía moverme del sitio en el que estaba desde hacía unos minutos, ni siquiera podía cambiar de postura, yo estaba de pie, con la cabeza agachada y lo único que se movía inconscientemente era mi cuerpo a causa de un temblequeo, mientras seguía llorando.

Aún tendiendo los ojos cerrados, podría escuchar la respiración agitada de Tom, podía deducir que su pecho subía y bajaba con intensidad.
Escuché como cogía un par de cosas y cerraba la puerta de esa habitación de un portazo, dejándome ahí solo en ella, y como de pronto escuchaba otra portazo de la puerta principal.