Cap 22 Felíz año nuevo

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By Letti

-¿De verdad tienes que irte?- abrazaba a Bill con todas mis fuerzas. 

-Sí Letti, es por mi madre...sabes que no te dejaría por nada.-me besaba la cabeza.

El tren de Bill salía a las siete de la mañana, yo había pasado toda la noche con él, pasando nuestra última noche juntos antes de su llegada a Hamburgo. Quedaban tan solo unos minutos para que se marchara y no lo volviera a ver en un tiempo.

Y de repente cuando menos me lo esperaba, estaba abrazando a Bill por última vez. Las puertas de su correspondiente tren estaban abiertas. Mi Bill, me has dado tanto en estos últimos años, que se me van a hacer eternos los días sin ti. 

Antes de estar con Bill, yo lo pasé realmente mal. Era una niña felíz, mis padres se querían mucho, o eso creía, y mi hermano era un gran piloto de aviones, me sacaba unos cuantos años.

Crecí muy felíz, pero al llegar a los once, todo cambió...mi padre engañó a mi madre con una mujer diez años más joven y la embarazó, se fue, desapareció sin decir nada o dejar una miserable carta, según él yo era su puta princesita y me dejó ahí abandonada, por otra puta princesa, y la mini princesita que llegaría en unos meses. Mi madre no lo llevó muy bien, empezó con el alcohol...

. . . 

Salía de la escuela, sostenía en mi mano una hoja de papel, tenía un dibujo de mi mamá y mi hermano en un avión. Mi hermano me venía a buscar a la escuela y me llevaba a casa. Fui corriendo hasta llegar a él, me agarró en brazos. 

-¿Cómo está mi pequeña Letti?- me lanzaba por los aires, quizás no tuviera el amor de un padre pero si el amor de un hermano mayor.

-¡Emos dibujado en clase!- le entregué el dibujo y lo agarró. 

-¡Es hermoso Letti!

Lleguamos a casa, y nunca me esperaría lo que me encontraría al cruzar esa puerta...

-¡Mamá!- mi hermano se lanzó al cuerpo inconsciente de mi madre en el suelo. Había un montón de botellas de alcohol a su alrededor. 

De ese día lo que más recuerdo eran el sonido de las sirenas de la ambulancia. Por suerte, mi madre sobrevivió, pero jamás fue lo mismo nunca. 

A los meses me llegó la noticia. 

"Ring ring"

-¿Hola?

-Hola, ¿con quién hablo?

-Con Letti Mülleng, ¿con quién hablo yo?

-Llamamos desde la compañía Aereokarf. ¿Podría hablar con la señora Mülleng?

-Ella no se encuentra en casa, dígamelo a mi y yo se lo notifico.

-Verá, señorita Letti, es una gran pena para nosotros pero...

"El señor Rich Mülleng, ha muerto esta misma mañana en una práctica de pilotaje..."

Y ahí, mi mundo se derrumbó. 

Desde entonces, mi madre no levantó cabeza y se metió en las drogas, apenas la veía sobría, por no decir nunca. 

Con tan solo trece años me dejé influenciar mucho, empecé a salir con un chico de dieciocho que conocí en un karaoke, tocaba tan bien la guitarra...me enamoré locamente y se lo entregué todo, pero nunca fue suficiente para él.

. . . 

-Ron, hoy no me apetece hacerlo ¿por qué no lo dejamos para mañana?

-¿Enserio tía? llevas un montón de días sin querer hacerlo, no aguanto más. Si sigues así me iré con tu amiga Charlotte.

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