Cap 66 Punto y coma

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By Tom

-¡Mira cuantas galle!- me quedé en blanco.

Dirigí mi mirada por todos los huecos de la habitación, cada diámetro lo recorrí con mis ojos, pero Bill no estaba en la habitación.

La ventana estaba abierta, de no ser porque las cortinas estaban arrancadas, se estarían balanceando de lado a lado a causa de una fresca brisa.

Tiré la montaña de cajas de galletas encima de la cama de Bill y me asomé por la ventana, Bill caminaba tranquilo por la acera unos metros más alejados de nuestra casa.

Por en frente, caminaba un chico, sería más o menos algo más mayor que nosotros, vestía todo de negro e iba encapuchado y Bill se paró a hablar con él.

Fruncí el ceño, no conseguía ver lo que pasaba entre ellos dos.
-¡Bill!- grité, haciendo que se girara de inmediato y alzara su vista hasta su ventana, donde yo me hallaba. El encapuchado me miró y alzó las cejas.

"Gracias." Murmuró Bill y le dio un toquecito en el hombro, y él encapuchado empezó a caminar.

-¡¿Qué cojones te ha dado?!- grité.

-¡Nada!- mentía, en su mano escondía algo.

Sonreí sarcásticamente.- Eres un buen mentiroso.

Me observó durante varios segundos con el ceño fruncido y la boca entreabierta, y en cuanto salí decidido por la ventana, Bill empezó a correr.
Maldito piernas largas.

Me colgué de la ventana con los dedos y me dejé caer.

Iba a empezar la carrera... como alguna otra vez.

Bill corría, lo veía hacerse chiquitito cada vez más, alejándose cada vez más de mí, pero no le perdería el rastro, correría detrás de él.

-¡Niño!- grité, Bill se giró tras escuchar mi grito detrás de él y me sonrió. Será cabrón.

Ahí me encontraba yo, corriendo por las calles sin camiseta detrás de un chaval.

Vi a las niñas de las galletas desde lejos, Bill acababa de pasar por su lado y yo no tardaría mucho en pasar también, ellas se había quedado paradas observando la carrera, y cuando me vieron volvieron a reírse y a gritar.

"¡Vamos, tú puedes!"
"¡Allí, corre, allí!"
"¡Venga!"
"¡Ya casi lo tienes!"
"¡No seáis malas!"

No, eso último lo había gritado Bill, no las niñas.

Al pasar por donde ellas, les choqué una mano.
-¿¡Es ese tu novio!?- gritó una niña, a lo lejos.

-¡Sí!- grité, riéndome de la situación.

Casi perdí de vista a Bill, pero no, se había metido por una calle con varias salidas.
Me metí y vi como Bill se paraba en seco a descansar, pensando que caería en su estrategia de los callejones con varias salidas.

Caminé con sigilo, me asomé y vi a Bill apoyarse en el capó de un coche, sacó algo de su bolsillo y otra cosa más del otro.

Era un... un cigarro, que se apoyó entre los labios y se encendió con el mechero.

-Pillado.- él volvió su mirada hacia mi, tranquilo. No corría, solo soltaba el aire del cigarro y me miraba con los ojos tranquilos.

-¿Te pone celoso que le pida un cigarro a un chico o que?- me vaciló.

-¿Un cigarro?- pregunté. Me lo ofreció, lo agarré y le di una calada.- Pensaba que...

-Se lo que piensas.- me dijo, mirando al suelo.

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