Cap 55 ¿Y yo..?

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By Bill

Era de noche, la tormenta de fuera me relajaba pero los pensamientos y el vacío que sentía al no sentir a Tom a mi lado me desvelaba.
Me causaba mucha curiosidad y confusión lo que había pasado antes, que se había ido corriendo y había desparecido.

Habían pasado horas, las calles de Hamburgo estaban congeladas.

"Ding dong..."

Mientras miraba por los cristales empañados por el calor que hacía dentro de mi habitación, el timbre resonó.

Caminé hasta llegar a la puerta, en silencio y descalzo para no despertar a Bruno, que aún seguía enfadado conmigo.

Abrí la puerta. Un sentimiento de confusión y preocupación recorrió mi cuerpo al ver lo que estaba viendo.

¿Qué coño había pasado?
Estaba asustado...

Levantó su cabeza, dirigiéndome su mirada. Yo le miraba muy preocupado con los ojos como platos.

-Tom...

. . .

By Tom

En momentos difíciles, en momentos dolorosos como este... me gustaba imaginar cosas bonitas.

"Hay algo más que puedes hacer por mi..."

Y definitivamente, mi mente no había dejado de crear bonitos escenarios en los que me gustaría estar en ese momento.

Miraba fijamente a la nada, fuera de esa casa que había abandonado hacía pocos minutos, después de caer en un agujero de dolor al que no quería volver a pertenecer.

Las gotas de agua, más intensas que antes, golpeaban con mi debilucho cuerpo...
Mis ojos no mostraban sentimiento alguno, solo un cansancio mental indescriptible.
Mis brazos colgaban a ambos lados de mi cuerpo, inmóviles.
Todo mi cuerpo estaba empapado, por mi cara se escurrían múltiples gotas, imposible de adivinar si eran lágrimas o simples gotas de lluvia.
Pero me decantaba por una mezcla de las dos.

No sé ni yo como pero, automáticamente mis pies empezaron a caminar, por toda la cuadra mientras la lluvia recaía en mi.
Mi cuerpo sufría temblequeo, a causa de las frías gotas y por otras causas...

Al principio solo caminaba sin saber a dónde ir, solo desplazándome y alejándome de donde estaba. Tranquilo, con la mente en blanco.

Pero ese sentimiento de confusión por lo que acababa de pasar hacia escasos momentos dentro de esa casa... había dejado de persistir por mi mente.
Ahora estaba inundada de pensamientos.
Caminaba y caminaba, a un paso normal que fue descendiendo lentamente.
Mi pecho subía y bajaba alteradamente... me agarré con los dedos de mis manos el cuello, sentía que no pasaba por él el aire que necesitaban mis pulmones, con la otra mano me apretaba el pecho.

Agobiado, no podía hacer nada. El corazón me iba a la misma velocidad que una bala recién disparada de un arma blanca.
Ayuda.
Paré en seco, mis ojos que estaban hace rato inmóviles, estaban ahora apretados.
Y conseguí sentir que el aire pasaba por mi garganta y por mis fosas nasales.

Y cuando lo hice, mis ojos empezaron a derramar múltiples lágrimas, llorando todo lo que no había llorado y me había guardado hacia dentro.
Llorando todo lo que no podía llorar Bill... me mataba saber que él no iba a saber nada, que lo mirarían y le señalarían, que yo lo sabía y no se lo iba a decir.

Pequeños gritos agónicos salían de mi, mezclados en lágrimas y gotas de agua de la tormenta.

El cielo tronaba, y de vez en cuando se iluminaba por los rayos.
No había ni un alma en las calles, ni siquiera la  mía, mi alma estaba muerta.

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