Cap 57 Daño

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By Bill

-Ah, hola Bruno.- no quería describirlo como una decepción, pero al ver a Bruno traspasando esa puerta y no a Tom, no encontraba otra manera de describirlo.

Pues era obvio, Tom no tenía llaves aún de esta casa.

-Buenas Bill.- se quitó la chaqueta y la lanzo al suelo.

Miré a los laterales, algo triste y con algún sentimiento que por dentro me decía que yo era el culpable del comportamiento de Bruno.

Me acerqué a donde estaba tirada la chaqueta y la recogí del suelo. La miré en mis manos y algo triste y removido por dentro, me dirigí hacia donde estaba Bruno.

Me senté a su lado. Dirigió su mirada hacia mí y me miraba con una ceja alzada mientras yo mordía mi labio inferior, con mi mirada puesta también en él.

-Deja de mirarme así.- me dijo él.

-¿Así como?- pregunté suavemente.

Puso sus dedos en sus cara, y luego se pellizcó el puente de la nariz. Dejó unos instantes de silencio abrumador durante algunos segundos.

-Así como si te importara algo.- lo dijo en un tono repelente.

Sonreí, con algo de delicadeza para que no se pensara que me estaba riendo de él.

-Esque me importas.- quitó sus dedos del puente de su nariz y miró al frente.

Vi como agarraba aire con intensidad. Puso su mirada en mi.
-Ya pero... ¿tanto como para dejar que...- se fue acercando poco a poco a mi, mi cuerpo inconscientemente se iba echando hacia atrás.- que haga esto?

Apoyo su mano en mi muslo, con los dedos daba ligeros apretones.

Me quedé en silencio algunos segundos, noté como su mano iba ascendiendo desde mi muslo hacia mi entrepierna.

Mis labios temblequearon un poco pero me quise dar cuenta de que esto no iba a estar bien. Apoyo mi mano encima de su mano y coloqué la suya de nuevo en el sofá.

Mis ojos le decían "por favor no hagas esto" y él me dirigió una mirada triste y decepcionada.

-Ves como no...- volvió a incorporarse en el sofá.

Carraspeé y volví a incorporarme yo también, cogí aire antes de hablar.
-Sabes bien que me importas, pero no...- me interrumpió.

-¡Claro prefieres entregárselo todo al puto loco ese!

Abrí los ojos como platos, di un pequeño brinquito en mi sitio debido al susto que me había dado su tono de voz alzado.

-No es un puto loco...- dije en un susurro.

-Bill... me da mucha gracia lo gilipollas que eres.- soltó una pequeña carcajada.

-¿Me estás insultando por no estar enamorado de ti?- tenía mi ceño fruncido y la posición de mis labios le mostraba parte de mis dientes.

Se quedó unos segundos en silencio, con sus nudillos entre sus dientes.

-¡No quiero insultarte pero me lo estás poniendo muy fácil maldita sea!- cogió aire.- ¡Yo te lo puedo dar todo y no estás mínimamente interesado en mi, bueno lo estabas al principio, pero claro vuelve él y toda la saliva que derramabas por mi la derramas de nuevo en él! ¿Qué te ofrece él? ¿Una vida al lado de esos barriobajeros? Ya se... algo mejor. ¡Él solo te querrá para un rato y cuando se canse de ti te va a mandar a tomar por culo Bill, date cuenta imbécil!

Un silencio penetraba cada uno de los poros de mi piel. Estaba muy decepcionado... giré mi cabeza hacia un lado y cerré mis ojos, reprimiendo algunas lágrimas.

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