By Tom
Golpeaba el saco, el saco de boxeo. Siempre que tenía tiempo libre, o necesitaba calmar la ansiedad que me consumía por dentro, golpeaba el saco. Era la mejor manera de descargarme sin herir a nadie. Antes me daba igual si acababa haciendo daño a alguien, pero ahora con Bill en mi vida, no me lo podía permitir. Bill y yo discutíamos en muchas ocasiones, muchas de ellas por tonterías y acabábamos arreglándolo, pero también teníamos fuertes discusiones.
Hacía rato habíamos discutido y por eso golpeaba el saco, para calmarme.
. . .
Eran las ocho de la mañana, llevaba esperando a Bill desde que había desaparecido la noche anterior. La noche anterior estábamos en un bar de ambiente, acababa de salir de un combate de boxeo, a Bill no le hacía gracia cada vez que me metía, pero ganaba dinero con las apuestas.
-Tranquilo mi niño, no ves que solo son pequeños moratones.- Bill no me dejaba disfrutar de mi cerveza y de la victoria. Me toqueteaba los moratones de la cara. Sus bonitas manos, estaban muy cuidadas, llevaba unas muñequeras negras y las uñas pintadas de negro.
-No son solo moratones, te puedes quedar tonto con un mal golpe. Más tonto todavía...- dijo entrecerrando los ojos y agarrando su jarra de cerveza y bebiendo de ella.
-A ti te molesta que tenga moratones a causa de golpes de otras personas además de el cuello morado a causa de tus besos.- él hizo una pequeña risa burlona.
-Ya vas todo marcadito por mi. - me dio un pequeño toque en la naríz.
Nos miramos fijamente, nos acercábamos poco a poco, queríamos juntar nuestros labios, pero Bill se apartó, dio pequeños parpadeos, podía notar el aleteo de sus pestañas.
-Ya sabes, están ahí.- y los señaló, señaló a Georg y a Gustav que estaban en la pista bailando y haciendo el tonto.
-¿Cuándo querrás que se lo digamos?- puse mi mano en su muslo.
-¿Acaso tienes pensado decírselo?- me sorprendió esa pregunta. Fruncí el ceño.
-Claro, ¿por qué no?
-¿Qué por qué no? Tom se te olvida que ellos si saben que somos hermanos, Andreas no tardará en descubrirlo...
-Estoy muy harto de la palabra "hermanos" eh pequeño niño. Qué mas da. Les podemos explicar que no nos vemos así. Me gustaría llegar a cualquier sitio y presentarte como lo que eres, como mi novio...
-Sabes que la gente no lo verá de esa manera, nos rechazarán... tú, tú eres más fuerte que yo, me cuesta admitirlo pero es verdad, y no te rechazarán de la misma manera que me rechazarán a mí...- él precioso niño agachó su cabeza.
-Nunca dejaría que alguien te hiciera algo a ti. A mi niño no lo toca ni Dios...- levantó la cabeza y me observaba con sus ojitos tristes.
No niño, no pongas esos ojitos, pon los ojitos bonitos que siempre me pones, los que indican felicidad. Quiero que esos bonitos ojos estén siempre sonrientes y felices a mi lado.
Se acercó Georg y Gustav bien alegres a causa de los efectos del alcohol, vinieron bailoteando y nos agarraron de la mano, y arrastrándonos hacia la pista, yo era muy cortado, no bailaba. Bill se movía un poco, pero también le daba un poco de vergüenza, pero poco a poco se fue incorporando más, al fin y al cabo, era parte del grupo.
Noté un toque en el hombro, me giré. Una chica pelirroja que vestía con falda vaquera y unos grandes tacones, llevaba un maquillaje natural, aunque los ojos oscuros como Bill.
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MI USO
Fanfiction(Novela) Bill, un chico el cual no estaba en su ciudad natal, debido a temas de estudios y otros asuntos personales, llevaba cuatro años fuera de casa. Su hermano era un chico ejemplar pero de un momento para otro cambió totalmente, y esa fue una de...