MI USO

Cap 30 ¿Me has llamado amor?

(Para mejor experiencia Slow life - Grizzly Bear)

By Bill

-Quiero llevarte a un sitio.- dijo Tom sin quitar las manos del volante.

Yo asentí mientras seguía alimentando mi hambriento estómago, ya era de noche y las luces de Hamburgo iluminaban un poco la vista de ambos.

Pero pronto nos deshicimos de las luces, se veían muy pocas y acabamos en un pequeño descampado, pero ese descampado tenía un pequeño edificio, me sonaba ese lugar.

Aparcó el coche, y al bajar caminó rápido hasta llegar a mi, me puso su brazo alrededor de mi, me iba a dirigir a la entrada.

-¿Dónde vas?- me dijo el con una ceja alzada.

-¿Pues allí está la puerta no?

Se rio, y se echó las manos a la cabeza. Se acercó a mi y me dio unos pequeños golpecitos en la cabeza, me sonrojé un poco.

-Eres de lo que no hay Bill.- y justo después de terminar esa frase, extendió su mano, la cual acepté sin ningún problema y al agarrarla, tiró de mi y me llevó corriendo a la parte de atrás de ese pequeño edificio.

Nos paramos, me apoyé en mis propias rodillas para terminar de recoger el aire después de la pequeña carrera, y al levantarme vi el cartel en la vaya, "Prohibido saltar la vaya".

Me quedé un poco paralizado, me olía lo que quería hacer Tom.

-¿A qué esperas?- dijo mientras ya se agarraba del metal de la vaya, y empezaba a escalarla.

-Yo...- eché unos pasos hacia atrás.

-¿Aja?- él ya estaba arriba de la vaya esperándome, con el ceño fruncido y una pequeña sonrisilla burlona.

-Yo...- repetí de nuevo.- no sé saltar.

Y le concedí el deseo que estaba esperando, la frase que le haría estallar de risa.

-¡Vete a la mierda no te rías! Yo no voy por ahí saltando vayas como un bandido.- me crucé de brazos.

Se bajó de arriba de la vaya, aún con una pequeña risa entre sus labios. Se acercó a mi, yo aún estaba de brazos cruzados indignado, me agarró de la cintura y apoyó sus labios en mi frente, contactando con un poco de mi flequillo.

-Mira Bill, pon aquí el pie.- empezó a guiarme y ha hacerme las demostraciones.

Llevaba unos minutos y no lo conseguía, me avergonzaba de ello, de que Tom pudiera hacer cualquier cosa y yo no podía saltar una simple vaya, aveces se pasaban pensamientos por mi cabeza como "vaya inútil soy" "¿no eres capaz de es0?" "eres lo más sustituible de este mundo". Me deprimían esos pensamientos, yo siempre fui un orgulloso, mi ego siempre estuvo por los aires, estaba completamente seguro que era mejor que cualquier otra persona. Pero desde que conocí al nuevo Tom, todo cambió, como si su opinión importara más que la de cualquier persona, como si yo fuera inútil a su lado...

Cuando menos me lo espere, estaba ya arriba de la vaya y de un pequeño salto aterricé al otro lado de ella, y empecé a dar saltos de alegría.

Tom saltó en menos de diez segundos, miré su reloj de mano cuando ya estaba a mi lado, me avergoncé al ver que yo había tardado tantos minutos...

-Lo siento, por haber tardado tanto.- mis ojos estaban posados en el suelo de piedra, noté como mis blancas mejillas se ponían rojas.

-Si estoy a tu lado, jamás tendré prisa.- agarró de manera sutil mi barbilla y fui yo quien junté nuestros labios para formar un beso.