MI USO

Cap 59 Flashbacks

(Para mejor experiencia Mounth Everest- Labrinth)

By Bill

Todos iban como una cuba, habíamos pasado toda la tarde y parte de la noche en el Grenich, pero no se quien avisó de que alguien había hecho una fiesta cerca y entonces avasallamos esa casa.

Yo no bebía, llevaba un tiempo que no me entraba nada en el cuerpo.

Estaba sentado en un sofá, observando a todo el mundo tan borracho y drogado, las luces y la música retumbaban en mi cuerpo.

Esta noche, Andreas no era el papá del grupo, tenía una borrachera encima... solo borrachera, él no se drogaba nunca, como mucho y muy de vez en cuando se fumaba algún canuto pero nada más allá de eso.
...

Estaba caminando entre toda esa multitud de personas, cada uno estaba en lo suyo, yo simplemente me movía en busca de alguien.

Movía mis hombros y mi cuerpo, esquivando a toda esa multitud de personas, con un solo objetivo.

Miré al frente, serio.

Lo encontré, estaba entre muchas personas pero pude distinguirlo, estaba sin camiseta bailando. Le toqué el hombro y se giró.

Le hablé con la mirada, no hubo palabras pero me entendió a la perfección. Dejé mis brazos caer a ambos lados de mi cuerpo mientras esperaba a que él acabara de entenderme lo que le decía. Pero estaba claro que lo había hecho.

Blaz metió la mano en su bolsillo, y entonces yo alcé la mano, abriendo la palma de ella. Él depositó en la palma de mi mano una pequeña bolsita con un polvito blanco en su interior.

Me di la vuelta, guardando esa bolsita en el bolsillo de mis pantalones y me alejé de ahí.

Volví a sentarme en el sofá en el que estaba antes de ir a por Blaz, me senté con las piernas en posición india. Miré al frente, lo único que veía eran personas bailando, fumando, bebiendo, además del humo y las luces del ambiente.

Mi expresión estaba seria, mi pecho subía y bajaba a un ritmo tenue y calmado.

Agarré una pequeña bandeja de metal que vi a mi lado en el sofá, la habría utilizado alguien previamente de dejarla ahí. Vertí el contenido de esa bolsa en ella y con mi propia mano convertí esa pequeña montaña de polvo uniforme en una bonita ralla blanca.

Brillaba, se veía bonita, blanca y resplandeciente... era como si mi única compañía leal se hubiera convertido en un insignificante polvo...
No creía que nadie más me comprendiera.

Di una última respiración por la boca antes de taponar uno de los orificios de mi nariz y arquear mi cuello, haciendo que el orificio de mi nariz que no estaba taponado hiciera contacto con ese suave polvo, aspirándolo...

Apreté mis ojos y me tumbé en el sofá, poniéndome cómodo con los brazos debajo de mi cabeza, con los pies encima del sofá, dándome igual ensuciar con las zapatillas ese caro cuero rojo.

Escuchaba los latidos de mi corazón por encima de la estridente música, respiraba por la boca y me picaban mucho los ojos... pero sonreí, muy contento.

. . .

Todo era perfecto, bailaba entre todas esas personas, ya estaba incorporado a la música, la gente, las bebidas.

Todo a mi alrededor era muy diferente que estar sobrio.

Las personas iban aletargadas, sus movimientos eran lentos, la música se escuchaba con eco dentro de mi cabeza, al igual que las voces de las personas.