Antes que nada, me gustaría disculparme por la cantidad de días que pasaron desde que subí el capituló anterior. Me he tardado bastante en hacer este... no por falta de imaginación, tampoco por falta de ganas, pero si por falta de tiempo.
Como muchos sabéis, estoy con muchos estudios ya que estoy con los exámenes finales de esta evaluación y apenas tengo tiempo de respirar. Espero que me comprendan, nunca dejo de pensarlos y siempre quiero tener un ratito para poder escribir y traer el nuevo capitulo ya que yo los amo con locura.
Por favor un poco de paciencia, y sino culpen a mis profesores jijiji.
Ya os dejo con el capitulo, los amo.
Atte: Vegi.By Tom
Las gotas de agua a causa de la lluvia rebotaban en los cristales de las ventanas del taxi, mi mirada estaba puesta en ellas, pero en una perdición sombría.
-¿Hemos llegado chico?- él conductor me sacó de mi aislamiento de pensamientos y preocupaciones.
Miré por la ventana.
-Sí, muchas gracias.- le saqué un par de billetes y monedas.Cerré la puerta y el coche desapareció detrás de mi, contemplaba aquella casa.
Estaba frente a ella, y si me hacía igual de difícil que todas las demás veces anteriores, eso nunca cambiaría. Aveces solía pensar que yo era un maldito cobarde, un niñato y un blando solo por esto.
"¡Vamos Tom! Solo es la casa del hombre que te mató la inocencia...¿qué tan malo puede ser?"
Y todas esas veces me daba por pensar que yo era más fuerte que él, obviamente su cuerpo era mucho más corpulento que el mío pero no estaba fuerte de músculo, y él no sabía pelear, o por lo menos se que él no se habría metido en muchas peleas callejeras. Él era un hombre de muy buena reputación, un gran abogado. Casa perfecta, mujer perfecta, hijas perfectas, sueldo perfecto, un coche perfecto... pero nadie más sabía lo que se escondía detrás de esa coartada.Las pequeñas gotitas golpeaban contra mis hombros y mis trenzas. Caminé hasta llegar a la puerta, y el pequeño techo ya protegía mi cuerpo de la lluvia.
Pulsé miles de veces el timbre, volviéndome a importar una absoluta mierda si dormían o si hacían lo que sea.
-¡Merlí!- grité cuando nadie contestaba a mis decenas de veces pulsadas el timbre.
-¡Abre joder!- volví a gritar.
Choqué mi puño contra aquella puerta que nadie abrió desde dentro.
Necesitaba conseguir esas malditas llaves... sufría sólo con imaginar la de cosas que podría hacer este malito depravado siendo el dueño y poseedor de las llaves de la casa de Bill.Di una patada a la puerta, enrabiado por no saber qué hacer.
Me di la vuelta bruscamente, mirando hacia los alrededores buscando alguna solución. Pero de repente mis ojos se iluminaron.
Arrastré unos botes de basura que había al frente de la casa, hasta una de las ventanas más bajas. Se que solían dejarlas abiertas ya que nadie podría llegar.
Nadie que no agarrara unos contenedores de basura y se subiera en ellos hasta llegar a la ventana.Apoyé mis manos y de un pequeño salto logré subir encima de ellos. Toquiñeé la ventana y tirando hacia arriba conseguí deslizarla, dejándola abierta para mi entrada.
Empapé un poco el suelo mientras descansaba escasos segundos por el esfuerzo.
Todo estaba tan oscuro...Abrí la puerta con cuidado y algo de sigilo, solo por si acaso.
Los truenos resonaban haciendo ondas de eco y de vez en cuando iluminaban el pasillo.Bajé hasta abajo, pude comprobar que no había nadie en esa maldita casa... y en algunas grandes zancadas llegué al salón, el lugar donde vi por última vez esas llaves.
Fui directo al sofá, pero no las encontré; lancé algunos cojines y mantas al suelo para hacer más fácil mi búsqueda en él pero no vi nada.
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MI USO
Fanfiction(Novela) Bill, un chico el cual no estaba en su ciudad natal, debido a temas de estudios y otros asuntos personales, llevaba cuatro años fuera de casa. Su hermano era un chico ejemplar pero de un momento para otro cambió totalmente, y esa fue una de...