𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧

𝟏𝟔

ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

La puerta fue abierta y lo primero que vi fue la fina figura de Hao. Inmediatamente el recuerdo del salón de tiro volvió a mi mente, junto a la extraña sensación que solo queriatque desapareciera.

Pronto, mis mejillas se calentaron al instaste cuando ambos hicimos contacto visual, sus ojos marrones se posaron sobre mí y pude jurar que toda su expresión cambió por más que siguiera teniendo aquel rostro despreocupado.

Intenté ignorar mis pensamientos desviando la vista hacia otra parte, esta vez cayendo sobre el chico rubio que también miraba hacia mi dirección con expresión confundida. De repente, los nervios se apoderaron de mi cuerpo, pues reconocí de quién se trataba.

No me hubiera importado mucho si no fuera porque hace unos días le gruñí sin razón aparente, dejando una mala primera impresión de mi persona, y todo debido al tonto lobo incontrolable que llevaba dentro.

─ ¿Estás bien?

Mi cuerpo regresó a la realidad gracias al llamado de Hao, quién ahora estaba a solo centímetros de mí. ¿En que momento llegó aquí? Estaba tan metido en mis pensamientos que no noté nada de lo que sucedía a mi alrededor.

Con lentitud sentí su contacto sobre mi mano, tocando levemente dejando quemaduras en mi piel con sus delicados dedos. Era tan suave, tan cálido, de alguna forma exquisito; temía que pronto se convirtiera en una adicción si seguía jugando conmigo.

─ Hanbin, te estoy hablando. ─soltó un poco confundido...quizás molesto, no sabría describir con exactiud el tono en su voz.

─ Ah... ─susurré sin saber que excusa dar ante mi comportamiento. No era normal que un tipo se quedara mirando fijamente a las personas sin motivo alguno.

─ Bien. ─solo concluyó apartándose un poco y mirando al chico rubio.─ Te presento a Ricky. Él es mi primo y parte del negocio familiar.

─ Un gusto. ─decía el nombrado extendiendo una mano.

Obviamente correspondí al saludo, pero sin negar el hecho de que aún estaba preocupado por el tema del gruñido, no tenía idea alguna de que responder en caso pida explicaciones. Tenía el rostro serio, pero fuera de eso no parecía recordarlo.

Luego me giré hacia Hao, quien me observaba de pies a cabeza con determinación. Sus ojos viajaban desde mis piernas, subiendo lentamente por mi cuerpo, hasta conectar su mirada con la mía.

─ ¿Sucede algo? ─comenté nervioso por la intensidad de su mirada caramelizada. No sabía cuando, pero sus ojos marrones comenzaron a ser mi debilidad aunque no quisiera admitirlo.

─ ¿Recuerdas la reunión sobre la que te comenté? ─obviamente la iba a recordar, ese día quedó impregnada en mi mente como un tatuaje.

─ Si, de la que te saliste. ─dije asintiendo. ¿Qué pasaría ahora?

─ Bueno, ocurrieron cosas y ahora necesito ir a China por unos días para revisar unos papeles. ─no sabía que decirle, ya que tampoco entendía el porqué me lo decía; yo no tenía un papel importante aquí, solo era un simple guardaespaldas.

Guardaespaldas...oh.

Bien, capaz existía la posibilidad de que me pidiera acompañarlo y tener mi primera misión en este lugar, aunque sea para cuidar su trasero, ¿verdad?

─ Como eres mi responsabilidad, no podré dejarte solo en este lugar. ─obvio, por eso tenía que ir con él.

No iba a mentir, me emocionaba saber que por fin haría lo que este trabajo tenía como propósito, al fin sería un guardaespaldas real y ni estaría encerrado bajo mil candados en esta casa.