𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧

𝟐𝟖

ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

Abrí los ojos lentamente, y un fuerte dolor se apoderó no sólo de mi cabeza, sino también de todo mi cuerpo. Al principio, todo se veía borroso, pero poco a poco mi visión se fue aclarando, dándome cuenta de que algo impedía mi movimiento, algo me retenía.

Fue en ese momento que me di cuenta de que estaba atado a una silla en un lugar desconocido. Intenté moverme con más fuerza tratando de liberarme de las ataduras, pero era inútil. Mi respiración se aceleraba mientras la ansiedad se apoderaba de mi cuerpo. Estaba completamente indefenso en estos instantes.

Mi corazón latía con fuerza mientras trataba de pensar, pero mi mente era un completo caos. ¿Cómo fue que llegué hasta aquí? Al principio no recordaba nada, pero poco a poco mi memoria comenzó a despejarse.

Recordé haber ido a buscar a Hao en el baño y...oh. Ya entendía lo qué pasó, pero aún me preguntaba sobre el lugar en donde estaba. ¿Cómo había llegado a estar atado a esta silla, con mis manos y pies sujetos a la madera de la misma, incapaz de moverme y solo con los pensamientos como compañía?

El dolor que experimentaba en mi cabeza era una señal de que algo estaba mal; el pánico comenzó a llenar mi cuerpo. ¿Quién me había secuestrado y por qué? Comencé a moverme con más fuerza, tratando de liberarme de mis ataduras otra vez, pero todo fue en vano.

Confundido, así podía definirme en este momento, a la par que observaba el ambiente que me rodeaba. Las paredes eran de un gris oscuro, lo que podría sugerir un lugar aséptico y desconocido, para nada tranquilizante.

Seguí mirando el lugar hasta que mis ojos cayeron sobre una persona en específico. Desearía no haberlo visto, me sentía mucho peor ahora. Hao se encontraba inconsciente, atado de la misma forma en la que yo estaba, con moretones y rasguños visibles por una evidente pelea.

No pude evitar sentirme enfadado al verlo en ese estado; de alguna manera sabía que esto era mi culpa, yo soy su guardaespaldas y todo ocurrió debido a mi descuido. Mis sentimientos me estaban abrumando, no sabía qué hacer, solo sentía el pánico recorrer mi mente.

Trate de relajarme y concentrarme en los sonidos para al menos darme una idea del lugar en donde estábamos. Escuché el crujir de la madera de la silla, el silencio del lugar y mi respiración acelerada debido a todo lo que pasaba. Pero aún así nada me decía la ubicación, no había ruido externo.

Me sacudí con espezanza de lograr soltarme para tomar a Hao y escapar de este lugar, pero nada ocurría, nada servía. Me sentía como la peor persona del planeta, como el más estúpido por no darme cuenta del peligro que flotaba en el aire. Mierda...¿cómo no lo vi venir?

─ Hao... ─llamé con algo de temor en mi voz.

No sabía en donde estaba ni que tipo de alfa nos trajo aquí, porque si, el aroma a whisky que se impregnaba en el aire de esta habitación me indicaba una única cosa: quién nos trajo aquí era un alfa intenso.

─ Por favor, Hao...despierta. ─insistía pero no obtenía resultado alguno, y eso solo me desesperaba más. Estaba muy preocupado y no podía hacer nada al respecto. Yo lo llamaba a él, mi lobo llamaba al suyo, pero nada, no había respuesta.

De repente, la puerta de metal fue abierta, mostrando una silueta imponente que solo sonreía con malicia, podía sentirlo. Era un hombre de aspecto rudo, muy distinto a lo que vi en todo este tiempo junto a Hao.

Me miró con ojos fríos y calculadores, caminando hasta que se detuvo delante de mí. En el momento en que levanté mi rostro para enfrentarlo, aquel hombre del aroma a whisky agobiante sonrió con burla para luego reír estruendosamente.