𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧

𝟑𝟔

ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

No sabíamos como, pero tan pronto escuchamos a Gunwook, nos metimos a la camioneta, y en cuestión de minutos, ya nos encontrábamos en el hospital, subiendo las escaleras hasta llegar al cuarto donde Hao descansaba.

Al estar en la puerta nos topamos con Matthew, quien permanecía en guardia. Mantenía una sonrisa en su rostro, y en cuanto nos vio, aquella sonrisa se expandió aún más. No tardé nada en entrar a la habitación y ver a Hao como tanto deseaba.

Recostado sobre la camilla, con los labios rojos entreabiertos y con la mirada fija en mí. Una pequeña sonrisa se dibujó en su rostro al momento en que me reconoció, mi corazón se estrujó de tal forma que estaba a punto de llorar. Quería besarlo y tenerlo en mis brazos por siempre; pero Matthew me detuvo antes de acercarme a su cuerpo.

─ Calma. ─susurró tomando mi brazo.─ Las emociones fuertes podrían alterarlo, así que ve con cuidado.

Y así lo hice, caminé con cuidado hacia él y tomé su mano con delicadeza. Estaba frío, pero aquello no impidió que sintiera la suavidad de su piel, que hizo que mi lobo enloqueciera con emoción. Su contacto era lo único que necesitaba para sentirme completo.

─ No sabes cuánto te extrañé. ─con mis palabras, su sonrojo iba creciendo, cubriendo las mejillas que tanto amaba.

Mierda, ¿en qué momento me había convertido en un idiota enamorado? Yo nunca actué así con nadie, yo nunca había sentido aquel calor en mi pecho con solo ver a una persona. Realmente me convertí en un alfa tonto y todo por culpa de Hao.

─ Parecía perro abandonado. ─como era de esperarse, Gyuvin soltó un comentario que solo logró hacer que el rostro de Hao tomará un rosa más intenso, aunque yo no debía decir mucho, quizás estaba igual a él.

─ Me alegra saber que te encuentras mejor. ─Ricky se acercó hasta la camilla y le sacudió el cabello suspirando con alivio. Sabía que Hao le hacía falta en casa; él pensaba rápido y ponía el orden necesario para que todos los negocios vayan bien.

─ También... ─Hao quiso hablar, pero le costaba un poco porque se encontraba débil.─ ...los extrañé. ─su voz sonaba en susurro, con un poco de dificultad, pero a pesar de eso, me alegraba que se sintiera mejor.

─ El doctor dice que en unos días podrás irte. ─comentó Matthew con una gran sonrisa. Sin duda todos estábamos realmente aliviados de que Hao esté consciente.─ Tu condición no es grave por ahora, pero aún necesitas monitoreo por si hay complicaciones.

Tras oír aquello, Hao sonrió levemente, suspirando mientras bajaba la mirada hacia su viente vendado. Pensé que solo lo observaba con curiosidad cuando sentí como su agarre en mi mano iba incrementando su fuerza, a tal punto que ahora lo apretaba.

Y en el momento en que subí mi rostro nuevamente y lo vi, su ceño fruncido y su puchero me hicieron reír con ternura. Estaba con el cabello desordenado, aparentemente frustrado por tener que pasar más tiempo en este aburrido lugar. Tierno.

─ Bien, los dejaremos solos. ─soltó Ricky tras el pequeño silencio que se formó en el lugar.

Él estaba consciente de lo que sucedía entre su primo y yo, así que lo agradecía muy en el fondo. Salió por la puerta empujando a los chicos consigo, con la excepción de uno que se quedó mirándonos pícaro.