ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ
Tras lo ocurrido hace unas horas, no pude dormir de solo pensar en aquel lindo chico. No estaba seguro de que estaba sucediendo, pero mi lobo se alteró con solo verlo en un estado de vulnerabilidad. ¿Había enloquecido?
Di vueltas y vueltas sobre el colchón mientras intentaba olvidar todo, pero era complicado, más cuando aún sentía su aroma sobre mi ropa. Lo más lógico sería lavarlo para evitar estos problemas, pero ahora estaba muy cansado como para hacerlo.
Así que, mi opción más fácil y rápida en estos instantes, fue lanzar aquellas prendas por la ventanas de mi edificio. No es lo mejor, pero fue lo primero que pensé. No me juzgues.
Extrañaría esa camisa, pero nada se compara con la repentina paz que ahora sentía. Al no sentir su aroma, mi lobo ya no se alborotaba. Al fin podría dormir como quería.
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Así como ayer, el bar estaba igual de lleno esta noche. Durante todo el día, mi mente se había olvidado de todo lo que ocurrió en el callejón; sin embargo, aún mantenía aquella presión extraña en mi pecho que decidí ignorar.
Trabajar aquí era divertido. Recibía una gran cantidad de propinas por solo cumplir con las órdenes en mi especialidad.
La gran mayoría de veces prefería agradarles a los clientes que llegaban. Sus pagos eran buenos y me divertía por momentos. Sobre todo, me gustaba cuando lindos y lindas omegas venían únicamente solo para verme.
En un buen día, tal vez llevaría a algún cliente en secreto al pasaje solo para pasar un buen rato, aunque tenía que ser alguien que realmente llame mi atención para poder ceder.
─ Hanbinnie... ─una castaña de labios rojos me llamaba con voz dulce desde su mesa.─ Prepárame una bebida. ─soltó sin apartar su mirada de mi cuerpo.
─ ¿Cuál deseas?
─ Sorpréndeme. ─su tono era bajo pero seductor. Sabía lo que estaba intentando hacer. Igual no era como si me incomodara.
Aquella mujer llegó junto a sus tres amigas. Ellas llamaron a unos alfas para que se unieran a su mesa, pero esa castaña en específico no tenía ningún interés en esos clientes. Solo seguía mirándome.
─ Mi nombre es Naeun. Si estás libre, no dudes en llamarme.
Como era de esperarse, anotó su número de teléfono en un papel y me lo dio. Solo sonreí un poco, lo tomé y lo guardé en mi bolsillo a la par que me alejaba con dirección a la barra.
Mientras preparaba un manhattan, sentía su mirada sobre mí, siguiendo cada acción que hacía. Y tenía que aceptarlo, ella también era muy atractiva. Sus cabellos castaños, labios rojos y ojos marrones le daban un aspecto seductor, tal cual como las omegas que me gustan. ¿No iba a dejar pasar esta oportunidad, verdad?
Escuché una risa detrás mío y al girar noté como Hwaseung me miraba sonriente con los brazos cruzados. ¿Qué era tan divertido?
─ Te veo emocionado. ─dijo sin intenciones de quitar su sonrisa. Solo suspiré antes de volver a darle la espalda.
─ Silencio.
─ Ella no te quita la mirada...aparte es muy bonita. ─quítate Hwaseung, yo la vi primero.
─ No creas que te daré pase libre. ─dije pero ella me golpeó al instante.
─ No seas idiota. ─si no era eso, ¿a qué se refería?─ Yo lo decía para que al fin puedas tener una relación estable. Ella se te vendría bien.
─ Hwa...tú sabes bien que no me gustan las relaciones fijas.
No mentía. La verdad era que no me veía estando con alguien en serio, solo tenía aventuras de una noche y ya.
─ Eso es porque aún no te enamoras. El día en que encuentres a tu omega indicada verás que tu lobo se pondrá como loco y ningún otro te interesará.
Decidí ignorar lo que Hwaseung decía. ¿Yo? ¿Enamorarme? Eso no pasaría jamás; el amor solo era una pérdida de tiempo.
Al terminar la bebida, miré hacia la mesa de Naeun, quien me miraba sin siquiera parpadear. Le sonreí, me acerqué a ella y me incliné para entregarle la copa.
─ ¿Dónde está el baño? ─dijo, mientras nuestros rostros se encontraban muy de cerca. Me dio una sonrisa coqueta y su pequeña mano rozó ligeramente la mía, que descansaba sobre su mesa.
─ En la parte de atrás, dando vuelta a la izquierda. ─solté con una pequeña sonrisa.
¿Cómo podría no entender el significado de aquella pregunta, cuando ese dedo diminuto tocó y bailó en el dorso de mi mano?
─ ¿Puedes enseñarme el camino?
Y obviamente terminó todo como esperaba. Tomé la mano de la mujer, que no pudo esperar más, y la guié hasta el callejón testigo de todas mis aventuras. Se las arregló para trepar a mis hombros y besar mis labios, mientras yo empujaba su pequeño cuerpo contra la pared y apretaba sus labios lujuriosamente.
Sin embargo, el aroma que intentaba olvidar volvió a aparecer entre el aire. Mi lobo empezó a gruñirle a la atractiva castaña que solo quedaba confundida y algo asustada. Ni yo sabía que estaba sucediendo.
Pensé que quizás se debía a lo ocurrido ayer, por eso el aroma a flores del chico lindo quedó en el lugar, pero no me imaginaba que fuera a gran intensidad. Negué con la cabeza y me enfoqué en la mujer frente a mí, ignorando a mi lobo y al repentino bullicio que se había empezado a formar dentro del establecimiento.
Mis manos se deslizaron dentro de la ropa que ella llevaba puesta, delineando sus finas curvas y apretando sus muslos con brusquedad. Sus suspiros me hicieron querer tocar y darle más.
En el momento en que iba a deslizar mi mano hacia mis pantalones, un fuerte ruido sordo nos hizo detenernos al instante en seco. Eran disparos.
─ ¡Hanbin! ¡Mierda! ─la voz de uno de los sirvientes me llamó y me hizo cobrar conciencia.
─ ¿Qué está pasando? ─le pregunté mientras acomodaba mi ropa. Naeun estaba avergonzada, no podía ni levantar la cabeza.
─ Será mejor que lo veas tú mismo.
Lo seguí al interior y descubrí que casi la mitad del bar estaba hecho un desastre. Las sillas y mesas estaban tiradas y los clientes corrían con temor. Los vasos rotos y las botellas de cerveza estaban esparcidos por el piso cual alfombra.
Habían más de diez hombres vestidos de negro que estaban esparcidos por el lugar, negándose a dejar de destrozar todo a su paso. Hwaseung intentaba negociar, pero nada parecía funcionar. ¿Qué estaba sucediendo?
─ ¿Hwaseung? ─pregunté, pero absolutamente todas las miradas se posaron en mí y me sentí extraño.
En ese momento todo ocurrió muy rápido como para procesarlo. La mitad de los hombres se lanzaron hacia mí y empezaron a querer tomarme por los brazos. Obviamente no iba a dejarme por lo que también me defendí, pero eso no pareció gustarles.
Lanzaba patadas, pero ellos no tenían intenciones de rendirse. Cuando iba a golpear a quien tenía delante, sentía como un cuerpo bloqueaba mis movimientos por detrás, lo que me detuvo y me hizo perder el equilibrio.
No tenía miedo de esta situación, ya que parecía que podía liberarme de su agarre, pero justo cuando estaba a punto de torcer a la persona que me sostenía por detrás, sentí el aroma nuevamente, mareándome en un instante.
Mi lobo empezó a saltar emocionado y mi pecho empezó a doler un poco. Era como si el chico lindo se encontrara aquí, pero era imposible, ¿verdad?
Quería moverme, pero un golpe en la parte trasera de mi cabeza me hizo caer, viendo como poco a poco todo se iba tornando oscuro en su totalidad.
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𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧
Fanfiction⟪¿Crees en los destinados? Sung Hanbin, un simple alfa barista en un club nocturno. Zhang Hao, un omega huyendo de unos atacantes en la calle trasera del club. ¿Qué pasará cuando Hanbin decida ayudarlo y descubra que no es un simple omega, si no e...