ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ
Era increíble todo lo que pasó en estos últimos días. Aún no podía creer que marqué a Hao y que ahora me pertenecía tal como yo a él. Sin duda alguna estos últimos seis días fueron magníficos.
Ayudé a Hao con su celo, así como él me ayudó con el mío. Se podría decir que aquella habitación se había convertido en nuestro apreciado nido. En todo ese periodo no salimos de ahí por nada del mundo; y no era como si quisiéramos de todas formas, amábamos sentir la calidez del contrario invadiendo nuestros cuerpos.
Y no teníamos mucho de que preocuparnos, no nos faltaba nada. La habitación contaba con un baño y una ducha, también con el armario que guardaba mucha ropa holgada y cómoda. Aparte, Gunwook se encargó de dejarnos comida afuera de la habitación cada tres horas, así que todo fue perfecto. Mi primer celo junto a mi omega fue sensacional.
Pasaron un par de horas desde su última ola de calor, en donde ambos terminamos más que agotados. Él se recostó para descansar, mientras que yo me separé antes de que mi nudo creciera dentro suyo. Sabía que le dolería, quizás estaba irritado después de todas las veces que lo hicimos con rudeza.
Me sonrojé al recordar cada movimiento suyo. Lo recordaba todo con claridad; todas las veces que logré llegar al paraíso debido a Hao y a su cuerpo. Simplemente sublime en la máxima expresión de la palabra.
Ahora me encontraba de regreso a mi habitación; claro, tras una pequeña sesión de besos cálidos y tiernos que no pude evitar dejar al verlo rojo de la vergüenza al volver en sí. Lo abracé dejándolo en la puerta de su habitación principal y le pedí que descansara un poco, cosa que yo también anhelaba hacer. Mi cuerpo dolía y deseaba dormir un poco.
Al abrir la puerta de la habitación que compartía con Matthew, me topé con aquella expresión pícara en su rostro, levantando la ceja mientras dejaba en segundo plano su plato de comida en la mesa. No sabía que decir, solo miraba sus ojos que juzgaban mi presencia.
─ Hasta que al fin regresas. ─me sentía regañado. Era como si mi abuela me diera un sermón.─ No sabes lo aburrido que estuve todo este tiempo.
Reí un poco. Había olvidado que Matthew solo hablaba conmigo, así que me sentí un poco mal al abandonarlo de esa forma repentina.
─ Por poco y comenzaba a hablar solo. ─también extrañaba su exageración y dramatismo.
Agotado de todo, me lancé sobre el sofá, tirando mi cabeza hacia un cojín con aroma leve a lavanda. Eso me desconcertó un poco, tanto al punto de pensar que ya había enloquecido por completo. Volví a llevar el cojín hacia mi nariz, olfateando lo mejor que podía, cuando una risa me trajo de nuevo a la realidad, cuestionando lo que hacía.
─ ¿Te gustó el aromatizador floral para tela? Mi abuela me lo dio como regalo hace un tiempo y recién recuerdo que lo tenía. ─comentó y me sentí algo tonto al no saber diferenciar entre el aroma natural y el artificial.
Solo terminé por recostarme encima, ocupando el pequeño sofá por completo mientras extendía mi cuerpo a mi gusto. Con Hao, en una sola cama no tan grande, no podía acostarme como quería, ya que solo me interesaba su comodidad, dejando de lado la mía. Estar recostado de forma libre se sentía como estar en las nubes.
─ Si que pasaste un buen rato. ─dijo de repente.
Levanté mi cabeza y lo vi sonriendo mientras masticaba su comida. Lo miré un poco confundido hasta que él señaló hacia mi pecho, notando que yacía un poco descubierto, mostrando las marcas de rasguños y mordidas leves. Solo me sonrojé mientras intentaba cubrir la zona, logrando hacer que mis movimientos se vean torpes.

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𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧
Fanfiction⟪¿Crees en los destinados? Sung Hanbin, un simple alfa barista en un club nocturno. Zhang Hao, un omega huyendo de unos atacantes en la calle trasera del club. ¿Qué pasará cuando Hanbin decida ayudarlo y descubra que no es un simple omega, si no e...