𝟏𝟓

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ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

Lo que sucedió en la sala de tiros fue sumamente extraño, tanto que era lo único en lo que pensaba durante todo el día. ¿Por qué todo este tipo de cosas me sucedía a mí? La suerte no estaba de mi lado por nada del mundo.

Antes de irme a dormir, él estaba en mi mente. Al ducharme, él volvió a aparecer, de igual manera al desayunar; y por más que quisiera enfadarme, no podía hacerlo. Estar aquí era tan complicado.

No lo volví a ver después de estar en la sala de tiros, y honestamente lo agradecía, no me imaginaba lo incómodo que sería para ambos hacer como si nada hubiera pasado.

Al menos yo no podía olvidarlo; aún sentía su aliento y toque sobre mi piel, aún tenía el recuerdo de aquel desconocido pero exquisito aroma que se combinaba en el aire atacándome.

Ahora esperaba que el resto de mi entrenamiento con Matthew me hiciera olvidar todo y despejar mi mente. Por suerte la piscina estaba completamente vacía, solo seríamos los dos, asi que no había mucho problema si me equivocaba, no sentiría la vergüenza.

Mi agilidad bajo el agua era nula, me vi patético la primera y última vez que hice esto. Y no iba a mentir, me asustaba un poco meterme y no lograrlo. Por sorpresa, aún no tenía planes de irme al más allá; la vida podía ser difícil, pero aún así me gustaba el riesgo.

─ Veremos tu agilidad. ─dijo sonriendo al verme con el traje especial. No entendía porqué decía eso, literalmente era un desastre en el agua.

─ Tu sarcasmo no es divertido. ─escuché su risa como respuesta y solo puse los ojos en blanco, lidiar con Matthew era un caso.

─ Contaré el tiempo en el que tardes para soltarte, tienes menos de tres minutos para lograrlo. ─con sus palabras volví a tensarme. Mi cuerpo comenzó a temblar por su cuenta mientras luchaba por disimular.

─ Estás seguro que no me voy a morir, ¿verdad? ─aún recordaba el sentimiento de la primera vez, fue horrible.

─ A lo mucho sólo tragarás mucha agua. ─bien, sus palabras no me ayudaron en nada; es más, hasta me hicieron inquietarme.

─ Gracioso. ─dije de mala ganas. Él solo sonrió.

─ Es mi cualidad.

No repliqué, en su lugar ignoré todo y respiré profundo para calmar mi cuerpo. Una vez que ya estuve mejor, me coloqué sobre el borde de la piscina y esperé a que diera la señal.

Me miró entre divertido y sorprendido, pero aún así entendió mi punto, por lo que llevó su silbato a la boca, no sin antes decirme lo que creo que sería su mejor consejo.

─ No pienses en que fallarás si ni siquiera lo intentas, y si fallas, recuerda que siempre hay una segunda oportunidad. ─aquello me hizo pensar en microsegundos, tenía razón.─ Empiezas...¡ya!

Con el sonido del silbato me lancé al agua y me moví como pude para desatarme. Lástima que no tuviera éxito completo, pues solo mis manos lograron quedar libres debido a la falta de oxígeno y mi desesperación por salir.

Cuando salí del agua, me sentí aliviado al respirar con normalidad. Me costaba mucho mantenerme sereno metido en la piscina, capaz sería una especie de trauma que recién descubría, o quién sabe.

Vi como Matthew volvía a atar mis manos, alineándome de vuelta en la línea de partida, estando a apunto de tocar el silbato otra vez. Por suerte, lo detuve con prisa.

─ ¡Espera! ─me miró con mala cara, suspirando con pesadez.

─ Inténtalo otra vez.

─ ¿Lanzarme sin haber respirado bien no es peligroso? ─honestamente solo buscaba hacer tiempo para evitar lanzarme otra vez, ya me estaba preocupando de más.

𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora