𝟓

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ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

Al estar en mi habitación con el silencio de mi departamento, podía pensar con mayor claridad. La noche ya había caído y me encontraba sobre mi cama con la cabeza hecha un desastre.

Tras dejar aquella gran mansión, no dudé mucho en regresar a mi casa para al fin saber que decisión tomar. Esto definiría lo que sucedería con mi vida, debía elegir lo correcto.

De repente sentí un dulce aroma a manzana fuera de mi cuarto y me apresuré en correr para saludar. Habían pasado unas cuantas noches que no lo veía, lo extrañaba mucho.

─ ¿Taerae? ─llamé hasta que escuché como me respondía desde su habitación.

Corrí hacia su puerta y lo encontré dejando su mochila sobre su cama. No tardé mucho en lanzarme a su cuerpo y abrazarlo como siempre hacía.

─ Hyung...muévete. ─decía intentando apartarme, pero obviamente le ganaba en fuerza. No se libraría de mí con facilidad.

─ Te extrañé tanto. ─podía escuchar su linda risa sobre mi cuerpo hasta que al fin logró moverme. ¿Cómo es que pudo empujarme?

─ Aún estoy enfadado contigo. ─quise reír, su rostro molesto era divertido.

Salió de su habitación y se dirigió a la cocina viendo hacia la alacena con determinación. Lo seguí y supuse que iba a preparar algo para cenar, realmente tenía mucha hambre.

─ ¿Qué vamos a comer? ─pregunté sentándome al frente de él. Noté como me miraba serio a través de sus grandes gafas, haciéndolo ver más tierno.

─ Voy a comer yo solo, tú prepárate lo que quieras comer. ─efectivamente, aún seguía enfadado conmigo.

Sabía el motivo por el cual estaba así. Él iba a estudiar por las mañanas y regresaba hasta la noche, cuando yo ya estaba en el bar. Habían días en los que no lo veía y justo ahora había ocurrido eso.

Me había desaparecido en mi día libre sin siquiera avisarle, aunque tampoco tenía como, fui prácticamente secuestrado.

─ Taerae... ─dije con voz dulce intentando hacer que cambie de cara, pero él seguía serio.─ Taerae, el más lindo de todos los hermanitos, el que mejor canta y el más talentoso de la familia Sung...¿me perdonas?

Escuché su risa otra vez y supe que todo estaba bien ahora. Él se giró y me sonrió antes de lanzarme un paquete de ramen con fuerza hacia mi nariz. Si me había dolido tenía que admitir.

─ Ten, prepara esto y te perdonaré. ─soltó para luego sentarse sobre el sofá tomando su teléfono en manos. Con prisa corrí y encendí la estufa y me dispuse a preparar lo que sería una de mis últimas cenas en esta casa por un largo tiempo.

Mientras cocinaba y él tecleaba en la pantalla, pensé en las palabras correctas para decirle que ya no iba a estar aquí junto a él. Ese sería el dilema que tendría que afrontar ahora: contarle todo o no explicarle. Era complicado.

Me preocupaba el hecho de como podría reaccionar. ¿Realmente me odiaría? ¿Me dejaría de hablar? No podría soportar su desprecio. Él era muy importante para mí.

Cuando la cena ya estuvo lista sobre la mesa, él tomó asiento frente a mí y empezó a comer con esos lindos ojos mientras hablaba de como iba en la universidad.

Comenzó a contatme como fue que conoció a unos chicos que se convirtieron en sus amigos, pero honestamente no le prestaba mucha atención debido a mis pensamientos sin orden.

𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora