𝟒𝟕

523 66 16
                                        

ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

Abrí mis ojos lentamente mientras la suave luz de la mañana se filtraba a través de las cortinas, iluminando la habitación con un brillo suave. Mi mente pesada por el sueño comenzaba a aclararse, y a medida que mis sentidos se despertaban, pude darme cuenta del peso contra mi pecho. Giré un poco la cabeza, sintiendo mi corazón latir con fuerza al ver la tierna imagen frente a mí.

Hao abrazando mi cuerpo, con su cabello despeinado sobre su rostro, durmiendo tranquilamente mientras que sus labios se separaban en un sueño contento. No pude evitar sonreír ante la pura ternura que irradiaba. Hao era hermoso, incluso mientras dormía.

Incapaz de resistirme un segundo más, me incliné dejando un suave beso en su mejilla, apenas rozando su piel. Disfrutaba de la suavidad debajo de mis labios mientras una oleada de afecto cálido corría por mis venas. Sentí su aroma dispararse, inundando la habitación a la par que me deleitaba por lo exquisito que era.

─ Buenos días, bonito. ─susurré sintiendo el ligero movimiento de su cuerpo mientras escuchaba mi voz, buscando más contacto entre ambos aún sin abrir los ojos.

Mis brazos se extendían más apretando el abrazo, casi de forma instintiva, como si mi lobo quisiera confirmar que él era solo mío y de nadie más. El tacto de Hao sobre mi cuerpo, y su aroma embriagante, enviaban olas de protección a mi cuerpo; mi corazón se hinchaba con ese deseo abrumador de proteger y cuidar a mi omega.

Sin embargo, a medida que mi mente se despertaba por completo, una memoria sombría reaparecía haciéndome suspirar. La llamada de Jiwoong. Aún recordaba su voz irritante a través de la línea indicando el lugar donde me esperaría.

Sentía la responsabilidad asentarse sobre mis hombros, pero a su vez sentía el peso de la promesa que me hice. Haría todo lo que estuviera a mi alcance para proteger a Hao; para protegerlo del daño y de todo aquel que quisiera arruinar su felicidad. No permitirá que nadie lo lastimara, nunca.

Con un fuerte suspiro, suavemente me alejé de su abrazo, procurando no perturbar su sueño sobre la cálida cama. No podía no sonreír al verlo. Mierda, lo amaba demasiado. ¿En qué momento olvidé mi estúpido orgullo como alfa para ahora mirar y amar a mi omega con adoración?

El sol de la mañana continuaba su ascenso, proyectando un cálido brillo sobre el cuerpo dormido de Hao sobre las sábanas blancas, dejando al expuesto su piel desnuda, evidencia de lo hecho horas atrás. Sabía que nuestra relación era peligrosa, pero estaba dispuesto a hacer todo lo necesario para mantener a salvo a mi amado omega. Nuestro amor era inquebrantable.

Y así fue como llegué al lugar que Jiwoong me había indicado, notando lo familiar que se me hacía; quizás tenía un déjavù de aquel día en que Hao y yo fuimos secuestrados. Había dejado a Hao durmiendo, no quería decirle lo que haría para no preocuparlo más, podía encargarme de esto por mi cuenta.

Mi corazón latía con fuerza mientras caminaba por los oscuros pasillos del viejo almacén. El frío me envolvía y se infiltraba en mi piel, acompañando de la inquietante sensación que recorría mi espalda. Mantenía mi arma firmemente sujeta en mis manos, consciente de que lo que me esperaba no sería agradable.

A medida que avanzaba, la iluminación escasa y sombría complicaba mi visión, no podía distinguir los detalles del lugar. El silencio era abrumador, solo interrumpido por los débiles crujidos de las tablas del suelo dañado bajo mis pies. Sabía que debía mantenerme en guardia ante cualquier amenaza que pudiera surgir, debía demostrar que podía actuar como lo que era: un guardaespaldas.

Seguí caminando hasta que llegué al centro del almacén, notando como una tenue luz proveniente de una lámpara sucia iluminaba una silla donde Jiwoong se encontraba sentado. Instantáneamente, mi instinto me llevó a apuntar con mi arma hacia él, pero antes de poder actuar, siete hombres emergieron de sus escondites, apuntándome de la misma manera. Escuché la risa burlona de Jiwoong y me volví para mirarlo.

𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora