𝟏𝟗

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ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

El ruido de pisadas y risas para nada disimuladas me hicieron despertar de la pequeña siesta que tomé una vez que me agoté de pensar sobre los giros inesperados de mi vida. Me preguntaba como estaría Taerae, no había visto a mi hermanito en un largo tiempo y me preocupaba un poco.

Y hablando de jóvenes, en el momento en que abrí los ojos pude ver como Gyuvin y Ricky pintaban el rostro de Yujin con marcadores de colores. Aprovechaban que el chico estaba profundamente dormido para hacer sus fechorías y divertirse un poco.

─ Esta es mi venganza por lo de mi cabello. ─escuché decir a Gyuvin mientras dibujaba corazones y estrellas en su mejilla.

¿Venganza por lo de su cabello? No estaba sorprendido, conociendo como son, me esperaba cualquier cosa viniendo de ellos, desde tijeras hasta chicles masticados.

Reí un poco antes de acomodarme sobre el sofá y verlos jugar, hasta que ellos fijaron su atención en mí cuando el ruido de la televisión siendo encendida de repente resonó por el lugar. Lentamente bajé la mirada para notar como mi mano estaba sobre el control remoto, presionando con fuerza.

─ Oops... ─susurré de inmediato por mi despiste.

Pero fui ignorando rápidamente cuando el cuerpo de Yujin empezó a retorcerse en señal de que se estaba despertando. Con prisa, Gyuvin y Ricky comenzaron a esconder los marcadores para ocultar todo rastro de su travesura.

Logrando su misión con éxito, pues en el momento en el que Yujin abrió los ojos, no sospechó de absolutamente nada, mirándonos con la misma expresión de siempre.

─ ¡Yujinnie! ─gritó Gyuvin lanzándose hacia el chico somnoliento que luchaba con mantenerse despierto.

─ Hyung... ─no reaccionó mucho, solo intentaba no caer rendido contra el sofá nuevamente importándole poco tener el cuerpo de Gyuvin sobre el suyo, quien mantenía una gran sonrisa satisfecha en su rostro.

─ Gyuvin, suéltalo. ─decía Ricky quitándose el saco del traje -obviamente costoso-, dejándolo sobre una silla para caminar hacia el baño.

Sus personalidades era muy diferentes, pero llegaban a complementarse tan bien que parecía increíble. Parecía que Ricky cuidaba de sus guardaespaldas cuando tenía que se completamente al revés.

─ Necesito una ducha de inmediato. ─comentó tomando el pomo y suspirando pesado.─ Los aires del exterior traen malas vibras. ─dicho eso, ingresó y cerró la puerta dejándome con el par que aún no se separaba.

─ ¿Qué sucede, Yujinnie? ¿Tienes sueño? ─me causaba gracia como Yujin, pudiendo, no alejaba a Gyuvin en lo mínimo después de irritarlo cada que tenía oportunidad. Lo soportaba mucho.

─ Volveré a dormir, pero necesito que te muevas. ─el rostro sonriente de Gyuvin se ensanchaba cada vez más con solo verlo. Era como un padre orgulloso de su cría.

─ Lo que pida mi hijo. ─se levantó con rapidez y dejó que el menor de todos en la habitación se acostara para luego cubrirlo con su propia chaqueta.─ Descansa.

Al no escuchar respuesta y asegurarse que estuviera dormido, vi como Gyuvin salió de la habitación sin siquiera decir palabra alguna. Era extraño verlo pocas veces así de calmado, pero no estaba sorprendido, hasta los más revoltosos podían agotarse.

Tras recordar mi pequeña conversación con Yujin antes de caer en el sueño, vi aquel espacio de tranqulidad como una oportunidad para hablar con Gyuvin y averiguar sobre Hao, su padre y el mando. Solo soy un chico curioso, no me juzguen.

𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora