ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ
La cabeza me estallaba. Al despertar, lo primero que vi fue a Gunwook de pie a mi lado sonriendo como de costumbre. Intenté moverme un poco para levantarme, pero el cuerpo me dolía demasiado, y todo a consecuencia de lo ocurrido la noche pasada.
Al darle un vistazo al lugar, noté que no estaba en mi habitación, sino en la pequeña sala frente a la cocina; había dormido en el estrecho sofá en una posición incómoda. Suspiré pesado hasta que vi la hora en el reloj: siete de la mañana.
¿Cómo es que Gunwook podía estar bien despierto, uniformado y sin rastros de borrachera cuando había bebido a lo loco hace tan solo unas horas? Lo recordaba haber visto por última vez caminando de lado tomando algún trago en el bar.
─ ¿Acaso no tienes resaca? ─pregunté una vez pude sentarme mejor para despertarme y tomar conciencia.
─ No. ─negó sonriendo. Se veía fresco como lechuga, muy diferente a mí.
─ Eres raro. ─pero él no se veía ofendido en lo mínimo, hasta parecía disfrutar de su apariencia muy contraria a la mía.
─ Ustedes son débiles. ─touché.
Solo rodé los ojos para luego levantarme con lentitud e intentar dar unos pasos, cuando sentí algo suave impactar contra mi rostro, deteniéndome al instante. No supe lo que era hasta que reconocí aquella tela digna de pesadillas. Suspiré al recordar que eso significaba una única cosa: trabajar.
─ ¿Ahora qué pasó? ─dije tomando el uniforme que odiaba sin ganas.
─ Hao te llama. ─era obvio, siempre que venía Gunwook era porque él me necesitaba.
─ ¿Qué me mandará a hacer? ─sin embargo, sus órdenes siempre eran impredecibles, quizás ahora me mandaría a cuidar a sus peces.
─ Quizás serán buenas noticias. ─comentó sonriendo y una pizca de esperanza apareció en mi pecho. ¿Tendría al fin una misión real?
─ ¿Los dioses se apiadaron de mí?
No tardé mucho en vestirme y salir de mi habitación con dirección a la oficina de reuniones. Solo estuve ahí una vez, por lo que no recordaba bien el lugar. Al llegar, el aroma a alfa me aturdió, era horrible...y eso que yo era uno; pero entre todos esos aromas intensos, uno resaltaba dándome paz.
Sabía que Hao estaba dentro, la lavanda era su distintivo. Al entrar, me imaginaba encontrar un escenario distinto a lo que veía justo ahora. Hao estaba de pie, con las manos sobre la mesa, gritándole a un hombre que yacía sentado frente a él.
Se veía enfadado, su rostro estaba rojo; él lo miraba con odio, sabía que el desconocido estaba molesto porque un omega le gritaba. Gunwook me hizo ingresar en silencio, tratando de no captar su atención para evitar ser regañados de la misma forma.
Yo no entendía lo que sucedía, ni siquiera el motivo de su molestia. Una llamada resonó por el lugar, cayendo toda la atención sobre el teléfono en la gran mesa de madera. Él contestó de inmediato, pero bastaron solo unos segundos para que explotara de rabia otra vez. Le gritaba al aire, jamás lo había visto de esa manera.
Decía cosas como "Ya lo tengo aquí, él no volverá a ver la luz del día después de lo que hizo, no volverá a abrir su boca para soltar algo más que súplicas y lamentos." ¿Qué estaba sucediendo?
De pronto, el chico intentó hablar, pero una cosa llevó a la otra y ahora todo estaba hecho un lío. Las cosas pasaron muy rápido, ahora Hao le apuntaba con su arma, una linda pistola blanca que deslumbraba en medio de este lugar.

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𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧
Fanfiction⟪¿Crees en los destinados? Sung Hanbin, un simple alfa barista en un club nocturno. Zhang Hao, un omega huyendo de unos atacantes en la calle trasera del club. ¿Qué pasará cuando Hanbin decida ayudarlo y descubra que no es un simple omega, si no e...