𝟓𝟐

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ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

Mis pasos resonaban fríos sobre la madera caoba bajo mis pies; furioso, dolido, incapaz de poder mantenerme cuerdo a medida que los segundos pasaban. No podía creer que realmente rompí el último lazo de confianza con mi omega. Era, sin dudas, un idiota.

Me sentía la peor persona del mundo. Pensé que simplemente me odiaría y echaría de su vida sin más, sabía que podría soportar eso, pero él se negó a soltarme, y aquello fue como una estocada a mi corazón.

Estaba hecho pedazos, sentía que ya nada podía lastimarme o dañarme, ni siquiera las burlas y risas que Jiwoong daba al verme ingresar a su...¿casa? Esta parecía ser una replica de la mansión de Hao, solo que con la diferencia de que aquí se sentía un aroma insoportable a whisky y tabaco que embriagaba el aire.

Era increíble, literalmente tenía la misma estructura que la casa a la que me había acostumbrado estos últimos meses. Las mismas paredes y losetas, las mismas puertas y ventanas, pero sin cargar esa energía que me hacía sentir bien. Era frío y siniestro, tan igual pero diferente a su vez.

─ Veo que te quedaste impresionado con mi hogar. ─comentó sin intenciones de apartar su mirada oscura de mi rostro evidentemente sorprendido por la notoria similitud.─ ¿Te recuerda a alguien?

Sabía que quería jugar conmigo, burlarse de todo lo que estaba atravesando. Notaba la maldad en su mirada, el orgullo en su estúpida sonrisa, tan molesto e irritante. No podía contener ese deseo de lanzarme y golpearlo, aunque sabía que solo lograría que me inmovilizaran otra vez. Un suspiro se escapó de mis labios al verme rendido.

─ Ya hice lo que querías, ¿estás contento? ─mi voz se oía rasposa, no estaba seguro si por la ira o por el llanto contenido en mi pecho agitado.

Quería llorar, me sentía débil, era como si un pedazo de mi alma fuera arrebatado de mí, una parte de mi vida. Pero no me permitiría llorar, no frente a él. No demostraría debilidad en su presencia, no alimentaría más su orgullo.

Tenía que mantenerme fuerte, indiferente ante sus burlas. Debía mostrar que no me afectaba, y no solo por mi propio orgullo, sino por Hao y Taerae. Y hablando de él, en ese momento recordé que Jiwoong aún lo mantenía cautivo, preocupándome de inmediato.

─ ¿Dónde está mi hermano? ¡¿Dónde está Taerae?! ─desafiante intenté dar un paso hacia él, pero me detuve al instante cuando vi a sus hombres dando acto de presencia.

Suspiré otra vez, pensando en que tomarían mis brazos nuevamente para evitar todo movimiento de mi parte, cuando noté a Jiwoong haciendo una señal y luego a sus hombres deteniéndose en su lugar. No entendía nada, no podía ni pensar cuando tenía su mirada sobre mi cuerpo, sonriendo a medida que se acercaba hacia mí.

─ Espera...primero dejame felicitarte por aquel numerito que montaste con Hao. ─como si su risa estruendosa no fuera suficiente, Jiwoong comenzó a aplaudir con exageración por todo el lugar.─ ¿Qué? ¿Por qué la cara larga? Sin dudas mereces un premio a la mejor escena dramática, parecía novela trágica.

Debí haberlo previsto, él vería y escucharía todo por las cámaras y micrófonos que se encontraban dentro y fuera de la oficina. La sangre corría por mis venas con furor, mis latidos resonaban con fuerza sobre mi pecho, solo quería acabar con él.

𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora