𝟓𝟗

193 29 21
                                        

ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

Intenté ayudar a Gunwook disparando a los hombres que intentaban hacerle daño, pero era casi imposible estando escondido detrás de un muro. Estaba a punto de salir y correr hacia él, cuando noté su mirada puesta en mis ojos nuevamente, esta vez demostrando seguridad.

Estábamos tratando de entendernos sin palabras, y al parecer eso logramos. Gunwook me señaló hacia un lado; una puerta escondida a simple vista yacía semiabierta a unos pasos de donde estaba, y entonces entendí lo que tenía que hacer.

Sin dudarlo mucho, me escabullí y llegué junto a él, cerrando la puerta tras nosotros y tratando de recuperar el aliento. Y ahí lo noté, algo cansado, presionando aún la zona impactada, alarmándome rápidamente.

─ ¿Gunwook? ─pregunté preocupado por la herida.

Gunwook asintió ligeramente, aunque su rostro mostraba dolor y fatiga. Me acerqué más a él y examiné la herida, tratando de evaluar su gravedad. Por un momento, el silencio fue un alivio. Pero sabía que no podíamos quedarnos allí por mucho tiempo.

─ El disparo...¿necesitas ayuda? ─susurré, pero él negó abriendo su camisa y mostrando un chaleco antibalas cubriendo su pecho.

─ Solo me afectó el impacto, pero estoy bien.

Mi cuerpo temblaba, quizás por la adrenalina, quizás por el nerviosismo creciente, mientras suspiraba aliviado al ver que Gunwook no estaba lastimado de gravedad. Sin embargo, el sonido de los disparos fuera de la habitación resonaba sin control, y mi ansiedad aumentaba con cada segundo que pasaba.

─ Hanbin... ─Gunwook captó mi atención, su voz baja y urgente mientras contaba las balas que aún le quedaban en su arma.─ Piensa bien en lo que harás. ─me dijo, su mirada intensa, como si de una advertencia se tratáse.─ Hao está arriba, en la sala de reuniones.

Mi mente se aceleró mientras procesaba sus palabras. Tenía que actuar rápido antes de que Jiwoong lo ubicara. Estaba metido en mis pensamientos mientras que Gunwook parecía buscar algo entre su saco negro. Yo solo pensaba en las mil y un formas de poder subir sin que Jiwoong me notara...¡Todo era tan complicado!

De repente, un arma de color rojo escarlata apareció frente a mis ojos. Gunwook la extendía hacia mí con firmeza, decidido. El arma brillaba en la penumbra de la habitación, y yo me sentí confundido y abrumado por todo lo que sucedía. Volví a levantar la mirada y lo encontré sonriéndome con algo de compasión, y a su vez, como si estuviera agradecido con mi presencia.

─ Confío en ti, muchacho. ─susurró, su voz llena de convicción. Y sin dejarme responder, Gunwook salió con prisa del lugar donde estábamos, decidido a seguir disparando sin piedad.

Me quedé allí, con el arma en la mano, sintiendo el peso de la situación sobre mis hombros como un impulso para seguir adelante. Iba a hacer todo lo posible para proteger a Hao, y para demostrarle a Gunwook que su confianza en mí no había sido en vano.

No iba a mentir, estaba atemorizado, pero no podía quedarme aquí de manos cruzadas sabiendo que Hao corría peligro. Así que, tomando un último suspiro, y guardando el arma roja que Gunwook me dió en mi espalda, salí de la habitación y corrí mientras disparaba con mi antigua arma, tratando de escabullirme, tratando de llegar al interior de la mansión, tratando de escapar de Jiwoong y sus homrbes.

Llegar hasta la sala de reuniones no era el problema, pues sabía que Gunwook me cubría la espalda. Lo tedioso era actuar sin que nadie me descubriera. A medida que me adentraba en la mansión, la dificultad para encontrar a Hao aumentaba. Las balas impactaban por todas partes, y los cuerpos sangrientos y sin vida caían a mi alrededor sin piedad. No sabía de dónde habían aparecido tantos guardias de Jiwoong, pero ahora todos atentaban contra los guardias de los Zhang.

𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora