𝟑𝟗

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ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ𝐬𝐮𝐧𝐠 𝐡𝐚𝐧𝐛𝐢𝐧ᚔᚔᚔᚔᚔᚔᚔ

─ Hanbin, te ves...desastroso. ─soltó Gunwook al momento en que abrí la puerta de mi habitación de par en par.

No tardé nada en reaccionar cuando dijo aquellas palabras: "Hao te necesita." ¿Realmente sucedería lo que suponía y tanto deseaba internamente?

No pude evitar suspirar pesado ante el temblor repentino de mi cuerpo. Estaba algo asustado si es que me lo preguntaban. No se trataba de cualquier omega, se trataba de mi omega, mi único destinado. No quería que se sintiera incómodo, mucho menos quería dañarlo.

La voz del chico frente a mí me trajo a la realidad nuevamente, y entonces noté su mirada juzgando el escenario a mis espaldas. Giré lentamente hasta que reconocí lo que veía con desagrado.

─ ¿Por qué parece como si hubiera ocurrido una masacre en tu habitación? ─preguntó sin apartar la vista de las sábanas desordenadas sobre mi cama y de los objetos diversos sobre el suelo. Solo negué, no estaba para dar explicaciones.

─ ¿Dónde está Hao? ─él era lo más importante ahora. Gunwook sonrió y salió del lugar indicando que lo siguiera.

Como era de esperarse, lo seguí, importándome muy poco que mi habitación se viera como una catástrofe total. Vistiendo solo una camiseta blanca holgada y un pantalón de buzo común, caminaba por el pasillo que llevaba a diferentes partes del piso silencioso.

Era muy tarde como para que el bullicio inundara el lugar, así que pensé que todos dormían en estos momentos. Pero con cada paso que daba, el aroma a lavanda se hacía cada vez más intenso, despertando el deseo incontrolable en mi pecho, agudizando mis sentidos, inquietando a mi lobo.

La curiosidad me carcomía, quería saber con certeza si lo que estaba a punto de pasar era lo que suponía y deseaba. Por suerte, Gunwook pareció leer mis pensamientos, diciendo lo que tanto anhelaba escuchar.

─ Hace unas horas, el jefe entró en celo. ─murmuró mientras caminaba sin mirarme. Lo sabía, aquel sueño no fue solo imaginación mía.─ Desde que empezó no ha dejado de llamar tu nombre, por eso he decidido traerte.

Cuando se detuvo noté que no estábamos fuera de su habitación, pero aún así el lugar se me hacía familiar. Traté de hacer memoria, pero no lograba recordar. Fue en el momento en que la puerta fue abierta cuando supe donde me encontraba.

Era su antigua habitación, el lugar donde Gunwook me trajo para tranquilizarme cuando Hao aún seguía en el hospital. La ola de calor se sentía con tan solo permanecer en el exterior, su aroma se sentía mil veces más fuerte que lo acostumbrado.

Podía jurar que en este instante mi lobo perdería la cordura si es que no hacía algo por satisfacer la excitación creciente en mi cuerpo. Entonces miré a Gunwook, esperando por su indicación para ingresar. Él sonrió asintiendo, sin ningún indicio de estar afectado en lo mínimo.

Me sorprendía el hecho de que, siendo alfa y teniendo un omega en celo a tan solo unos metros, él ni se inmutaba en reaccionar. Su autocontrol era muy bueno, y no mentiría si dijera que no lo envidiaba.

Di unos cuantos pasos al interior mientras dudaba en silencio. ¿Esto era realmente lo correcto? No podía ni pensarlo cuando vi aquella imagen frente a mí que despertó mi lado salvaje en segundos. Hao estaba sobre la cama blanca, abrazando sus rodillas, temblando ligeramente, con los ojos cerrados y mi nombre escapando suavemente de sus labios hinchados.

Una corriente eléctrica recorrió todo mi cuerpo, desde mi cabeza hasta la punta de mis pies. La tensión y el calor se sentía en el aire atrapado en estas cuatro paredes. No supe cuando, pero la puerta ya estaba cerradas detrás de mí, impidiendo que el deseo se escape de nosotros.

𝐃𝐀𝐍𝐆𝐄𝐑 ≓ 𝐡𝐚𝐨𝐛𝐢𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora