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Jungkook revolvió su cabello castaño mientras caminaba hacia la entrada de su empresa. Sus días de incapacidad habían llegado a su fin, y ya no podía permitirse perder más tiempo sin hacer nada. En la puerta de cristal, se encontraba Taehyung, quien lo esperaba mientras revisaba algunas cosas en su teléfono.

El regreso al trabajo le provocaba una ligera pereza a Jungkook. Se había acostumbrado a la comodidad de estar acostado en su cama, durmiendo, o tirado en el sofá viendo televisión, o incluso, en algunas ocasiones, abrazado a Jimin sin hacer absolutamente nada.

-Oh, al fin llegas. El jefe nos espera a ambos. -anunció Taehyung, indicándole a Jungkook que lo siguiera hacia adentro. Una mujer bien presentada con una tablet en las manos los recibió en la entrada.

-Buenos días chicos, el señor Lee los espera en su oficina. -les informó con una sonrisa profesional.

-Buenos días, Yeji -respondieron ambos al unísono. La mujer pelirroja hizo una reverencia y luego los condujo hacia la puerta que daba a la oficina del jefe.

Agradecieron y esperaron a que la mujer se alejara antes de continuar. Taehyung se volvió hacia Jungkook, quien llevaba un peinado estilo samurái, le tocó las puntas, frunciendo el ceño.

-Deberías cortarlo un poco, las puntas están quemadas.

-Me gustan así.

-Pues no se ve estéticamente bien. -comentó Taehyung.

Jungkook sonrió y rodó los ojos. Su mejor amigo siempre estaba al tanto de las últimas tendencias de moda y siempre quería cambiar la imagen de todos a su alrededor. No le sorprendió que quisiera que Jungkook se uniera a esa tendencia.

Finalmente, llegaron a la oficina de su jefe y tocaron la puerta. Desde dentro, escucharon un "pase". Abrieron la puerta y vieron a un hombre de aproximadamente la misma edad que ellos, quien los recibió con una sonrisa.

-¡Jungkook! -exclamó, levantándose de su escritorio y abriendo los brazos para abrazar al castaño. -Casi no sales de ese hospital. -Le dio una palmada en la espalda antes de separarse y mirarlo.

Jungkook rió suavemente y correspondió el abrazo antes de separarse ligeramente y mirar a su jefe.

-Bueno, pasaron cosas y ahora soy el hombre más feliz del mundo. -explicó Jungkook, haciendo que Lee riera y le diera una palmada en el hombro.

Se acomodaron en sus asientos, con Taehyung adoptando una postura recta y seria, siempre observando a su jefe con atención.

-¿Y por qué nos llamó, jefe? Normalmente siempre llama a Eunwoo. -preguntó Taehyung, mostrando su curiosidad.

El pelinegro restó importancia a la observación de Taehyung con un gesto de mano y una sonrisa, lo que hizo que ambos amigos se rieran.

-Eunwoo está ocupado con un proyecto. Los llamé a ustedes dos porque necesito su talento para tomar fotografías. -explicó mientras buscaba algo en su escritorio, con una sonrisa intrigante. -Estuve revisando sus proyectos anteriores, y creo que esta es una gran oportunidad para ustedes.

Jungkook miró a Taehyung y este le devolvió la mirada, ambos intrigados por lo que su jefe estaba sugiriendo.

-No logro comprender... ¿De qué oportunidad estamos hablando? -preguntó Jungkook, mientras observaba a su jefe con atención.

Finalmente, Lee encontró lo que buscaba y colocó una carpeta llena de fotos sobre la mesa. La abrió y mostró las imágenes que habían tomado Jungkook y Taehyung antes de que todo se fuera al carajo.

-Me refiero a una galería, una gran galería, donde ustedes serán los protagonistas. -dijo su jefe, y ambos amigos abrieron los ojos sorprendidos. Era una oportunidad emocionante que no podían rechazar. Volvieron a mirarse entre sí antes de volver la mirada hacia su jefe, quien les sonrió ampliamente. -¡Utilicen su creatividad! Elijan sabiamente a su musa o lo que sea. ¡Pero ustedes serán los protagonistas de esa galería!

Nuestra historia entre tus dedos ‹𝟹 Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora