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Cinco años atrás...

La guardia en el hospital era ligera. No habían tantos pacientes, el sitio estaba casi desolado, por lo que el personal del mismo andaba de arriba hacia abajo sin muchas preocupaciones, podían tomar descansos largos y nadie les diría nada por la poca demanda en ese entonces.

Namjoon terminaba de atender a una paciente suya, quién se retiró con una sonrisa en sus rojizos labios y le agradeció por todo el tiempo invertido en ella, pues, el psicólogo ya le había dado de alta. A él le orgullecía que todo él haya sido de ayuda para muchos pacientes con los que a tratado hasta el momento, su ayuda ha sido muy grande, les ha ayudado a ver la vida de otra manera y para él, es algo exquisito, se siente demasiado bien.

La puerta de su consultorio fue tocada tres veces, el moreno dirige su atención hacia la misma, retirando sus oscuros ojos de su ventana, observando el clima cálido de ese entonces.

—Siga.

De ahí se asoma una mujer con cabello negro y atado en un lindo moño, ella le sonríe a Namjoon, logrando que él le devuelva la sonrisa.

—Yuna, ¿qué te trae por aquí?

—Doctor Kim, llegó el personal médico nuevo y ya que eres el psico-orientador es tu deber darles un recorrido por todo el puesto —el pelinegro abre ligeramente los ojos y asiente.

—Está bien, ¿en qué parte se encuentran?

—Recepción.

Namjoon le sonríe y asiente como forma de agradecimiento. El personal nuevo era el reemplazo de unos cinco que se fueron debido a que otro hospital los acogió, en una mejor zona, es decir, Seúl.

Bajó al primer piso, encontrándose con cinco personas que si, analiza cómo psicólogo ahora, se ven super nerviosas.

—Buenas tardes, bienvenidos a healthy busan —recibe un "buenas tardes" de ellos y toda su atención está puesta sobre él—. Mi nombre es Kim Namjoon, seré su orientador apartir del día de hoy. Comencemos presentándonos cada uno, por favor.

Todos se miraron entre sí, esperando a quien sería el primero en decir su nombre y quién sabe que más. Un pelinegro ladeó la cabeza y sonrió ligero, para después dar un paso adelante y aclarar su voz.

—Mi nombre es Hwang HyunJin, tengo veintitrés años, tuve mi pasantía en este lugar por lo que lo conozco bien, estoy aquí para ser médico general —dijo con una sonrisa, escondiendo sus manos sobre los bolsillos de su bolso.

Namjoon sonrió y asintió ante lo dicho por él, lo reconoce perfectamente, el chico mantenía de aquí para allá con el jefe, ayudaba mucho cuando se trataba de archivo de documentos y también estuvo en una que otra sección psicológica con él cuando no tenía nada más que hacer.

—Y bien, ¿quién más se anima?

Ellos volvieron a mirarse entre sí. El psicólogo puede notar muchísimo que ellos son muy tímidos. Es una mala faceta para ellos, son personal de la salud, deben perder esa timidez.

—Me llamo Hwang SoYoon —una rubia alzó ligeramente la mano, llamando la atención de los presentes en el lugar—. Hice mi pasantía en un hospital de Seúl —dijo en un tono bromista, mirando al pelinegro que no hace mucho se presentó—. Soy psicóloga.

—Oh, una nueva compañera —afirmó Namjoon, haciendo que ella asienta con una sonrisa. Ahora faltan tres, pasan saliva. ¿Tanto miedo tienen a presentarse? —¿Alguien más?

Un chico rubio, más bajo que él, lleno de pecas en el rostro y sus ojos verdosos alzó ligeramente su pequeña mano. Todos le miraron en ese instante, pero más Namjoon. Hay algo en él que lo atrae... Es pequeño, lindo, su forma de actuar es tierna.

Nuestra historia entre tus dedos ‹𝟹 Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora