ʚ 39 ɞ

18 3 0
                                    

Jimin se encontraba en un estado de hiperactividad en ese momento. Sus mejillas, adornadas con pecas, estaban teñidas de un rojo intenso, sus ojos brillaban de nerviosismo. Quería creer que esto se debía a que era su primera Navidad con su novio y su familia. Quería creer.

—Cariño, cálmate. Todo saldrá bien —Nara apareció desde la cocina con un vaso de leche tibia para su hijo mayor, quien la miró con una pequeña sonrisa y aceptó la bebida—. Ya vendrá, no te pongas ansioso.

—Lo sé, lo sé... Es solo que es mi primera Navidad con él, mamá. Es imposible no sentirme así.

La mujer asintió con una pequeña expresión de ternura en sus labios mientras observaba a su hijo tomar la bebida blanquecina. Era la primera Navidad que pasaban con alguien más después de la pérdida de su difunto esposo, quien llevaba casi seis años fallecido.

El timbre de la casa resonó, indicando que había visitas en las afueras. Jimin abrió sus ojos verdes y vio a su madre algo nervioso, pero ella solo rió suavemente.

—¡Voy a abrir, ya voy! —una niña de cabello rubio corrió desde arriba de las escaleras hasta llegar abajo y abrir la puerta.

—¡Chaeyoung, no corras por las escaleras! —su madre la reprendió, aunque la niña solo rió y continuó su camino.

Cuando la puerta de madera negra se abrió, reveló a un joven con cabello castaño corto, peinado con elegancia y vestido con ropa abrigada debido al frío extremo que azotaba Busan. En sus manos, llevaba bolsas de regalos y dos ramos de flores.

—¡Bienvenido, Kookoo! —la niña lo recibió con una gran sonrisa y le dio paso para entrar. Jungkook rió ante el apodo que la niña le había dado, ya que cuando lo decía, sonaba como "cucú."

—Gracias, Rosie —el castaño acarició la cabellera de la niña y le entregó las bolsas de regalos—. Ponlas debajo del árbol de Navidad para que se multipliquen.

La niña miró los regalos entre sus manos con una sonrisa amplia, asintió y corrió hacia el árbol navideño decorado con esmero. Este árbol estaba lleno de bolas rojas, blancas, doradas y negras, así como adornos rojos y negros que simulaban la nieve en cada una de sus ramas. Chaeyoung colocó los regalos debajo del árbol, maravillándose al ver que había más de lo que había visto la noche anterior.

Jungkook se despojó de su chaqueta y la colgó en el perchero de la entrada antes de dirigirse alegremente a la cocina, donde su suegra y su novio lo esperaban.

—Buenos días, señora Nara —hizo una reverencia ante la mujer, arrancándole una risa tímida—. Hola, mi amor —esta vez se dirigió a su novio de cabello rubio y pecas, cuyos ojos verdes brillaron con una sonrisa amplia, ocultando sus ojos debido a ese gesto.

El sonrojo en las mejillas de Jimin hizo que Jungkook esbozara una sonrisa llena de ternura. Observar a su novio en ese estado siempre le llenaba el corazón de amor. El castaño desvió su mirada hacia los dos ramos de flores que sostenía en sus manos y luego la elevó para ofrecerle uno a su suegra.

—Ay, Kook... No tenías por qué hacerlo —la mujer sonrió y recibió el ramo con una pequeña inclinación de cabeza.

—Las merece, señora Park —respondió Jungkook con humildad.

La madre de Jimin se retiró hacia el jardín en busca de una jarra para colocar las flores. Mientras tanto, Jungkook se giró hacia su novio y le entregó el ramo de flores personalizado. Este ramo estaba compuesto por tulipanes rosados, margaritas y unos hermosos claveles. Jimin miró el ramo detenidamente, su sonrisa brillando y sus mejillas aún ruborizadas. Luego, alzó la vista y se encontró con la timidez en el rostro de Jungkook.

Nuestra historia entre tus dedos ‹𝟹 Kookmin ; 국민Donde viven las historias. Descúbrelo ahora