Abre los ojos, revelando su mirada esmeralda, y una solitaria lágrima rueda por su mejilla adornada con pecas. Con suavidad, alza la mano y captura la lágrima, observándola con sorpresa en sus ojos.
No comprende del todo por qué está llorando, ni por qué siente esta extraña y abrumadora sensación de felicidad que parece emerger de la nada. Sin embargo, en su interior, reconoce que es un sentimiento profundo y fructífero que desea abrazar y disfrutar durante el resto del día.
Lo que él aún no sabe es que su alma ha sido liberada, y todo esto ha sido hecho por el amor que ha perdurado a lo largo de los siglos, el amor de su vida desde el siglo catorce.
Jeon Jungkook.
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Seokjin y Yoongi observan con expectación, sus ojos fijos en el lugar donde antes se encontraba el pentagrama en el suelo, que ahora se ha desvanecido debido a la brisa que se coló por las ventanas, a pesar de que estas permanecen cerradas. El demonio ha recuperado su cordura y dirige su mirada curiosa hacia su hermano menor, que sigue sin moverse.
—¿Crees que le haya sucedido algo? —murmura el ángel, interrumpiendo el silencio y provocando un fruncimiento de ceño en el pálido demonio.
—No lo creo, habría dado señales de ello... Pero es extraño que no haya-
—¡Bu! —Jungkook abre los ojos de repente y asusta a ambos hombres que estaban susurrando entre ellos, causando una risa contagiosa en el castaño.
—¡Eres un tonto, Jeon Jungkook! ¿¡Cómo se te ocurre hacer algo así!? —reprende el rubio oscuro, una mano sobre su corazón y los ojos bien abiertos. Yoongi, por su parte, parece más pálido de lo normal, también se asustó, pero a diferencia de Seokjin, no reaccionó.
Jungkook se ríe como un niño pequeño, la dicha recorre todo su cuerpo y siente que es capaz de realizar lo imposible. Ahora, nada ni ninguna maldición puede detenerlo.
—¿Lo lograste? —pregunta su hermano mayor, lo que provoca que el humano sonría ampliamente y arrugue la nariz, demostrando su felicidad.
—¡Él y yo somos libres ahora! —se levanta del suelo y alza ambas manos, riendo para sí mismo. —¡Estoy tan feliz!
Yoongi sonríe satisfecho, finalmente sintiendo un alivio en su corazón. El ángel abre las cortinas, permitiendo que la luz de la luna entre en la habitación.
—¿Ya es de noche? —Jungkook pregunta con sorpresa.
—Sí... Duró más de lo que pensábamos. —responde Yoongi, mirando con orgullo a su hermano menor. —Ahora, dime, ¿eres el nuevo rey demonio? —pregunta con cautela.
Jungkook se lleva una mano al mentón y se rasca de manera despreocupada. —Ah, eso... No, no lo soy.
Yoongi y Seokjin intercambian miradas sorprendidas. Todo este proceso se suponía que era para que Jungkook asumiera el cargo de mandatario del inframundo, y que no lo sea ahora es muy inusual.
—Entonces, ¿quién lo es? —pregunta el hermano mayor.
Jungkook sonríe y responde: —Eres tú, Yoongi.
El de cabello plateado abre los ojos de par en par, completamente sorprendido. El ángel coloca una mano sobre su boca, también atónito. Ambos habían creído firmemente que Jungkook sería el rey.
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Nuestra historia entre tus dedos ‹𝟹 Kookmin ; 국민
FanfictionDonde JiMin es el ángel de bondad, siendo una criatura muy curiosa, decide bajar hacia el mundo de los humanos para observar de cerca su extrañas danzas. Se topa con el demonio de la lujuria, lo que solo provoca que entre ambos una conexión crezca...