Fuego oscuro estalló en los ojos de nagato; ahuecó las manos en la parte pusterior de la cabeza de Kiara y la sostuvo en su lugar mientras se inclinaba para explorar su boca a fondo, haciendo que ella jadeara: chupó el labio inferior de Kiara, se burló de las comisuras de sus labios, embistió su boca con largas caricias. Su lengua dejó a Kiara presionando su cuerpo ardiente contra el de nagato, queriendo más. Ella se había propuesto terminar su relación por completo cuando le viera, en ese momento todo lo que había pasado dejó de importarle. No sintió nada más que a nagato y el calor de su cuerpo y la torturada sensualidad de su boca. Fue Kiara quien los desenredo. Finalmente, Kiara fue quien tomó por la muñeca a nagato y lo llevó a la habitación más cercana.
Caminaron a tropezones sin separar sus bocas hasta llegar a la cama que
había al fondo, se arrodillaron en la cama y se besaron frenéticamente, desgarrándose mutuamente la ropa. La tela se rasgó, descartando sus ropas, y cuando ambos estuvieron desnudos, cayeron de nuevo entre la maraña de capas y tela, se besaron hasta que Kiara se emborrachó de nagato. Largos besos oscuros y lentos como las negras aguas del mar que hicieron olvidar a los marinos, así se sintió ella en aquel momento.Nagato: Te amo. ¿Te quedarás conmigo?
Kiara pensó en cuán injusta era aquella pregunta, ya que en aquel momento en la que ella había dejado de pensar y era su corazón quien respondía.
Kiara: Si, me quedaré contigo, pero sé solo mio, mente, cuerpo y corazón, lo quierotodo.
La respuesta de nagato fue clara.
Nagato: Todo lo que tengo y todo lo que soy, ya es tuyo.
Kiara se detuvo, su mano extendida sobre el pecho desnudo de nagato. Era hermoso, su piel pálida y el cabello oscuro como tinta, y lo mejor de todo, es que era suyo. Lo había reclamado como suyo hace siete años atrás, cuando sólo era una elfo adolescente llena de curiosidad, lo había reclamado como suyo cuando él solo era un muchacho tímido y tierno, ese día, volvía a reclamar al hombre en el que se había convertido.
Nagato: Deja que te muestre con mi cuerpo cuánto te amo.
Kiara asintió y nagato se puso a trabajar con sus manos y su boca. Fue sin prisa en su intensidad; la tocó con tal cuidado como si ella fuera una
delicada flor a la cual podía destruir si tocaba descuidadamente. Donde las
manos de nagato se movieron, atrajo el placer desde lo más profundo del
cuerpo de Kiara. La respiración de Kiara llegó rápido, y luego más rápido. Alcanzó a tocar a nagato, queriendo devolver algo de lo que estaba recibiendo, y casi se deshizo por el agudo grito de placer de nagato. Por la sensación del cuerpo de nagato bajo sus manos: su piel suave y fina como la seda, la angulosidad de
sus huesos, su intensa sensibilidad, sensible al toque más ligero de Kiara. Ya estaba temblando cuando Kiara acarició su cuerpo, lamió y chupó su piel: finalmente gritó y atrajo a Kiara debajo de él, apoyándose sobre ella sobre sus codos. Tenía los ojos vidriosos, desenfocados: Kiara sentía una sensación de intenso orgullo, de que podía hacer perder los estribos a ese hombre tan firme y serio de esa manera. El orgullo solo duró un momento nagato sonrió perversamente y movió sus caderas de una manera que disparó fuego a
través de las venas de Kiara, y todo lo demás desapareció. Ella se aferró a
Nagato estaban apretados pecho contra pecho y muslo contra muslo, piel contra piel. Las manos y los dedos de nagato que rozaban su piel eran como fuego, fuego que producía una alegría indescriptible. Kiara cerró los ojos, su cuerpo se arqueó impotente hacia el de nagato. Él jadeaba también, su cuerpo temblaba, y cada estremecimiento traía más fricción y más placer hasta que Kiara pensó que podría morir de eso. Extendió la mano para capturar la cara de nagato entre sus manos y lo besó, profundo y duro, el beso pareció aplastar la
última resolución de la chica, aplastando y desechando toda idea de dejarlo y de olvidarloNagato: Nunca más diré que te dejaré. Dijo mientras sus dedos se hundían en el cabello de rubio de Kiara. Nunca mas te dejaré ir, eres mia, al igual que yo soy tuyo, ya no puedes dejarme atrás.
Al día siguiente, hinata fue a buscar a Kiara, ya que había algo que quería
preguntarle, pero ella no estaba en su habitación y las sirvientas le dijeron
que desde el día anterior no la habían visto.Mientras caminaba por los pasillos, ella se preguntó si le había pasado algo, ya que la había visto actuar un tanto extraña el día anterior. Pero todas sus dudas fueron resueltas cuando la vio salir de una habitación con una gran sonrisa dibujada en los labios, y besar descuidadamente a nagato.
Hinata: Al parecer estos ya han hecho las paces, creo que no había nada por lo que preocuparme.
Kiara vio de reojo a hinata, estaba un tanto avergonzada de que ella los viera juntos, así que le pidió a nagato que fuera en la dirección contraria, que después iría a buscarla.
Hinata se acercó a ella
Hinata; Veo que ya has arreglado las cosas con nagato
Kiara: Si, al final he terminado cayendo en su seducción, ese maldito hombre sabe como hacer que pierda la cabeza.
Hinata: Él en verdad te ama.
Kiara: Supongo que si, espero no arrepentirme de mi decisión más adelante.
Hinata: Hay algo que quería preguntarte.
Kiara: ¿Qué cosa?
Hinata: He aprendido a controlar mi magia de luz por los sueños que tuve con mi madre, pero creo que en realidad no sé muy bien cómo utilizarlos, ya que siempre termino cansándome rápidamente, aun cuando todos dicen que tengo un gran poder.
Kiara: eso es por que aun no sabes como controlar correctamente el flujo de tu magia.
Hinata: Un mago me enseño como controlarlo. ¿Será que no lo hago bien?
Kiara: La magia de luz es un poco diferente a la magia normal, eso solo te sirve para controlar sus llamas, pero no te preocupes, te ayudaré a manejar tu magia de luz correctamente.
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lazos de sangre
Fantasycontinuación de la historia me enamore sin querer Adaptación del libro con el mismo nombre