CAPÍTULO 2: RAZONES.

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PJ sintió que el corazón iba a estallar dentro de su pecho.

No tenía palabras para describir ese lugar.

— ¿Segura que esta es la dirección, P.J.?— susurró su mejor amigo, Nick, mirando con la boca abierta de asombro el edificio impresionante que se alzaba ante ellos.

Acababan de recorrer acres de pinos y más pinos.

Era como alguna clase de edificio construido justamente en medio de un gigantesco bosque de la más rica y densa vegetación exótica.

PJ estaba segura de que ese lugar era perfecto para grabar películas.

—Esta es la dirección, así que debe ser el lugar correcto, Nicky. — susurró ella en respuesta, permitiéndole también a su asombro manifestarse.

El GPS no puede equivocarse... y ni siquiera presenta falla la red... Definitivamente es aquí, se dijo después de verificar que estaba en lo cierto.

Frente a ellos se encontraba, la cosa más monstruosamente hermosa (con forma de mansión) que habían visto en su vida.

Lucía como una casa de época, pero con muchos cristales que la hacían verse más sofisticada y elegante que cualquier cosa de estilo vintage que hubiesen visto.

Es que ni siquiera sé cómo describirla sin volverme un ocho, pensó PJ. Estoy segura de que, si lo dijera en voz alta, sonaría muy loco, se dijo.

—Pues, que te vaya excelente. Y ya sabes que si consigues trabajo aquí, estas obligada a intentar conseguirme un trabajito aquí, así sea de limpia pisos. — dijo su amigo y ambos se soltaron en carcajadas, porque era un gran chiste decir que Nick siquiera supiera qué era un trapeador.

—Adiós, gracias. — susurró PJ bajando y asegurándose de que su traje de dos piezas siguiera en su lugar y sin arrugas.

Mientras lo vio alejarse, la mano de su amigo salió por la ventanilla, sacudiéndose en el aire.

—¿Qué?—masculló ella.

—¡Que te sueltes el cabello! —gruñó su amigo y ella negó rápidamente.

Nick salió de su campo de visión y ella suspiró, girándose de frente hacia la empresa.

Ajustó sus lentes sobre el puente de su nariz y asintió, dándose ánimos para avanzar al interior de X.O. Woods.

Desde la distancia, se escuchó un poco de movimiento en el interior, y al ver el par de autos que estaban estacionados en la fachada, ella asumió que llegó bastante temprano.

Puntos para mí, pensó.

Tocó la puerta y escuchó más movimientos en el interior, pero nadie abrió la puerta.

Tocó una vez más y acercó su oído a la puerta de cristal.

Nada. Silencio.

¿Es que alguien está allí pero no me quiere abrir la puerta?, se preguntó un poco triste.

Presionó un poco más su oreja contra la puerta y de pronto sintió que perdió el equilibrio.

Intentó retroceder, pero terminó tropezando con sus pies.

Mientras lo hacía, vio que un hombre apareció frente a ella al tiempo que su cara chocó con el estómago de él.

PJ soltó un chillido y cayó de rodillas justo en los pies del hombre.

AMOR INESPERADO (FATE I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora