AMOR INESPERADO (FATE I)

CAPÍTULO 31: ATRIBUCIONES QUE NO TE CORRESPONDEN.

Dane y PJ fueron superados por el beso... No podían hacer más que sentir.

Las sensaciones los controlaban como si fueran marionetas.

Ninguno era capaz de hacer otra cosa que no fuera responder el beso con pasión, como si no hubiese un mañana.

Ella sentía que unas extrañas cosquillas calientes nacían justo en su vientre bajo y se expandían hacia el resto de su cuerpo, quemando todo a su paso.

Dane por su parte, se sentía hambriento. Sentía que, si no devoraba a PJ en ese mismo instante, se iba a arrepentir toda su vida.

Comenzó a llover suavemente y la ropa se les adhirió al cuerpo, pero ellos ni siquiera se dieron cuenta.

Seguían sumergidos en esa pasión que los hacía arder.

El beso fue volviéndose cada vez más hambriento y PJ sólo fue consciente de lo que estaban haciendo cuando sintió cómo Dane acarició sus muslos y jugó con el dobladillo de la falda, como si estuviera listo para subirla en cualquier momento.

Él se frotó contra ella de nuevo, mostrándole la evidencia de su excitación para que supiera lo que le hacía.

PJ inhaló aire bruscamente, impactada por lo que le hacía sentir su toque y los roces entre sus cuerpos. Ella no podía creer todo lo que estaba viviendo.

Jamás hubiese creído que los besos se sintieran así, o que alguien pudiera hacerle sentir de esa manera.

De pronto, ella sintió como Dane bajó su rostro a su cuello y succionó suavemente su piel.

Él se recreó, saboreándola sin piedad, y ella sintió cómo cierta zona de su cuerpo se humedeció.

PJ sabía lo que eso significaba y no pudo evitar que de alguna extraña manera eso la hiciera sentirse muy avergonzada.

Dane volvió a tomar sus labios con brusquedad, como si quisiera comérsela y ella soltó un gemido ronco.

Quería seguirse dejando llevar, pero se dio cuenta de que las cosas en serio iban en una direccion muy peligrosa y eso la asustó.

Obviamente no quería perder su virginidad contra un árbol y en medio del bosque que rodeaba la empresa en la que trabajaba.

Esa realidad le cayó encima como un balde de agua fría.

Dane se llevó la sorpresa de su vida cuando PJ salió de su estupor y le dio un empujón, haciendo que él se alejara de pronto, terminando el beso de forma brusca.

PJ vio los labios de Dane enrojecidos y sintió cómo sus orejas se calentaban.

Él dio dos pasos hacia atrás, y se quedó mirándola pasmado, como si no pudiera creer lo que habían estado a punto de hacer y que ella lo había detenido.

Se miraron fijamente por unos segundos; los dos respiraban con dificultad, intentando normalizar su respiración después de haber estado conteniéndola mientas se besaban apasionadamente.

La ira de ella se encendió cuando recordó que Dane había robado su primer beso, sin importarle si ella estaba de acuerdo o no... Y encima, no conforme con eso, se había atrevido a besarla de nuevo.

Que a ella le gustara, no quitaba el hecho de que él no tenía derecho a besarla cuando se le antojara.

Aunque, en realidad estaba consciente de que ella le había regresado el beso con bastante entusiasmo esa segunda vez, pero eso no quería decir que estaba bien lo que él había hecho en primer lugar... O que ella no tuviera derecho a ponerlo en su lugar después de su atrevimiento.