CAPÍTULO 15: CUERPO DEL PECADO.

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PJ estaba dolida.

Ella había crecido en un hogar con valores, en el que siempre le inculcaron el respeto por los demás y la amabilidad. Le enseñaron lo que significaba ser bondadosa.

Jamás se portó mal con nadie y eso, lamentablemente, era lo mínimo que ella esperaba de las personas.

Estaba tan equivocada. El mundo real no era así, en ocasiones te trabajan mal aun cuando no lo merecías.

—Nunca pensé que fuera bueno, Sr. Hard. —admitió PJ en un susurro y lo miró a los ojos. Dane sintió que algo le dolía dentro del pecho cuando ella lo miró de esa manera.—Pero tampoco creí que sería tan malo. —agregó, luciendo muy iracunda.

Ella se giró dándole la espalda y caminó hacia la salida de los camerinos con pasos veloces.

—¡Espera, Pearl Jasmine!—la llamó justo en el momento en que sintió cómo la culpabilidad le atenazaba los testículos.

La cagué.

¿Por qué no le hago caso a Lucy de una buena vez?

PJ se detuvo ante el grito de Dane y giró, encarándole.

—¿QUÉ?—le gritó con los ojos húmedos.

Mierda, hice llorar a una mujer.

Quizá fui muy lejos.

—Yo... Lo siento. —murmuró y con toda la vergüenza que logró reunir estando en nada más que bóxers e intentando cubrir el bulto de su delantera con las manos. Se acercó a Fred rápidamente, intentando que su asistente fuera el escudo entre ellos.

—Entrégale sus documentos. —ordenó.

Fred ni siquiera dudó. Los buscó y se los ofreció a PJ con la mano extendida.

Ella miró su mano con ira.

—No, gracias. Ya resolveré... Qué bueno que ya conocí sus verdaderos colores, para evitar dejar mis documentos cerca de usted. Ya sé que no dudará en entorpecer mi trabajo para quedar en primer lugar con el suyo. —respondió furiosa mirando a Dane. La vio asentir y luego girarse para e irse, pero volvió a encararlo con rapidez.—¿Sabe? Es muy inmaduro. Ni siquiera necesitaba hacer trampa, porque su campaña se ve bastante buena. —agregó acercándose a él furiosa.

Le arrancó los documentos de la mano a Fred y se los lanzó a Dane en el pecho.

Los dos hombres se quedaron de piedra, y vieron cómo PJ se iba como un vendaval enojado.

Dane hizo el intento de seguirla, pero luego recordó que estaba sólo en bóxers.

—¡Maldición!—gruñó molesto y corrió de regreso al cubículo.

Un extraño sentimiento de nerviosismo lo abordó mientras alcanzaba el pantalón de leñador y un par de botas.

Lo hice todo mal, pensó vistiéndose y sintió cómo la tenaza imaginaria volvía a machacarle los testículos.

Joder, ¿qué hice?

PJ se sentía perdida en el bosque.

No se trataba sólo de problemas en su GPS mental, no. Sino que a eso se le sumó el hecho de que sus ojos húmedos no le permitían ver gran cosa.

Intentó detener las lágrimas, pero era imposible.

Estaba llorando como una magdalena gracias al idiota de Dane Hard.

Era un tramposo... Y ella se sentía tan estúpida de haberse alegrado cuando él recogió los documentos del suelo por ella. Había pensado que era un acto caballeroso de su parte, qué estúpida había sido.

Como siempre, tienen que sucederle este tipo de cosas a PJ Koop... Soy tan ilusa.

Creí que Dane Hard era buena persona... Caí redondita en su engaño. Soy una imbécil, de seguro hasta orquestó de alguna forma lo del ascensor.

—Imbécil.—gruñó mientras intentaba retirarse las lágrimas de los ojos.

Escuchó un ruido a su izquierda y se asustó un poco.

En su investigación para el proyecto, había descubierto que los bosques de la propiedad de X.O. Woods habían muchos animales. Desde siervos hasta incluso osos podían aparecer. Vio unas ramas moverse y me asustó mucho más.

Comenzó a caminar más rápido. Salió del bosque y se encontró de frente con Peter.

— ¡Te estaba buscando!—exclamó Peter luciendo emocionado. Ni siquiera notó que ella había estado llorando segundos atrás, lo cual era decir mucho porque PJ tenía la cara sonrojada y las mejillas húmedas. —¿Dónde te metiste? ¡La campaña ha sido un éxito y todo es gracias a ti!—agregó sonriente.

—¿Ya terminaron de grabar?—preguntó sorprendida.

—Si... Por cierto, la agencia de las modelos ofreció un descuento para la próxima campaña que contratemos. —informó con orgullo y PJ sonrío nerviosamente.

¿Cómo no lo iban a hacer con los regalitos carísimos que les diste, Peter?

—Sobre eso... Quería preguntarte, ¿Por qué...?—comenzó a abordar el temita, que le preocupaba sobremanera.

—Estoy impresionado con tu capacidad y destreza, PJ... ¡¿Aceptarías una cena conmigo?!—preguntó con galantería.

—¿Qué dices, Peter?—murmuró avergonzada. De pronto lo vio lanzar una mirada detrás de ella y PJ se sorprendo al mirar hacia atrás y ver a Dane caminando hacia ellos.

Tenía el pecho desnudo, estaba usando sólo un pantalón, con tirantes colgando a ambos lados y un par de botas de leñador.

Estaba respirando pesadamente y PJ asumió que venía corriendo detrás de ella.

Seguro quería decirme que no contara nada de lo que hizo... Idiota.

Peter se aclaró la garganta y ella volvió a posar su mirada sobre él.

—Entonces, PJ... ¿Aceptas?—preguntó impaciente. —¿Saldrías conmigo ésta noche?—repitió y ella escuchó a alguien jadear. Levantó la mirada se dio cuenta que detrás de Peter estaban algunas personas, entre ellas su amiga Chris.

Trágame tierra.

—Está bien, pero deja de repetirlo. —gruñó molesta de encontrarse en plena escena pública. De pronto le pareció que Peter lo estaba haciendo más por el público, que por el interés que pudiera tener en cenar con ella.

¿Quién querría salir con un adefesio como yo?

Escuchó a alguien aclararse la garganta detrás de ella.

—Señorita Koop... Me gustaría que me diera unos minutos para...—comenzó a decir Dane.

Ella se giró, encarándolo.

—No puedo ahora, Sr. Hat. Perdóneme. —dijo erróneamente su nombre, a propósito.

Dane lucía culpable y ella se sintió bien al ver eso.

Se sentía bien que se sintiera culpable, porque había cometido un gran error al atacarla cuando ella jamás le había hecho nada.

Se giró, dándole la espalda y caminó, alejándome de ambos.

Muchos jadeos sonaron cuando ella se alejó y Dane quedó totalmente a la vista de las personas.

Él intentó cubrirse, pero ya todos habían visto su cuerpo musculoso sin camisa.

Que lo jodan, a él y a su cuerpo del pecado.

—Estúpido cuerpo del pecado. —gruñó en un susurro mientras se alejaba más que enojada.

La mirada preocupada de Dane siguió cada uno de sus movimientos.


Estamos odiando a Dane en este momento... ¿Y a Peter? ¡No se diga!

AMOR INESPERADO (FATE I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora