Los dos miraron hacia la puerta justo en el momento en que el pomo comenzó a girar.
Las miradas de Dane y PJ se encontraron, los dos tenía la misma expresión de preocupación en el rostro.
¿Quién podía estar abriendo la puerta?
Estaba cerrada con seguro antes, así que la única forma de abrirla era usando la llave.
La puerta se abrió y los dos vieron cómo algunos miembros del consejo entraron a la oficina... Entre los cuales se encontraban Bill Johnson y Josh Mackenzie, quienes habían sido parte activa en la última reunión donde PJ y Dane fueron asignados a llevar la presidencia juntos.
PJ lo recordó y se preguntó si acaso algún miembro del consejo estaba ensuciándose las manos y robando dinero de la empresa.
—Dane. —saludo Bill en cuanto entraron.
—Buenas tardes. —murmuró Dane sonando todo menos contento de la presencia de los recién llegados.
—¿Qué hacen aquí?—preguntó Josh Mackenzie paseando su mirada por el interior de la oficina, dejando entrever que no le parecía bien que se encontraran en ese lugar después de haber sido objeto de experticias.
Cosa que ya PJ sabía, pero lo ignoró a propósito.
—Con todo el respeto, esta es mi oficina. Puedo hablar con mi mujer dentro de mi oficina cuando quiera.—soltó Dane de forma grosera y PJ lo miró con la mandíbula desencajada.
Ella sintió cómo el calor de un sonrojo quemó sus mejillas.
¿Cómo demonios se le ocurría a Dane decir eso frente a tantas personas?
—Tu mujer...—repitió Josh como si no pudiera creer la desfachatez del rubio.
—Dane... —susurro PJ intentando silenciar a su hombre.
—Sí, mi mujer.—repitió con seriedad.
—Escucha, Dane... No vinimos aquí a discutir contigo si quieres hablar o mudarte a la oficina a vivir con tu mujer.—respondió Bill intentando apaciguar las aguas. —Estamos aquí porque nos preocupa la situación de la empresa.—indicó.
—Sí. —dijo Josh Mackenzie. —¿Que acaso no ves los sospechosas que resultan tus acciones? ¿No piensas que incluso haces ver sospechosa a la señorita Koop?—preguntó el anciano.
Dane se quedó en silencio. Sólo se limitó a acercarse a PJ y rodear su cintura con su brazo en un gesto bastante territorial.
PJ lo miró asombrada, pero Dane mantuvo su mirada seria en el Consejo.
Estaba empeñado en enviar un mensaje.
Dane quería que supieran que PJ estaba con él y que no había forma de que él permitiera que la lastimaran para cumplir sus caprichos con lo referente a la empresa.
Bill Johnson se aclaró la garganta, atrayendo la atención de Dane a su rostro.
—De cualquier manera, sólo te estamos advirtiendo esto porque nos preocupa el bienestar de ustedes... Pero ya, sin darle más vueltas al asunto, me veo en la obligación de decirte que (como consejo) hemos llegado a la conclusión de que lo mejor es que no te presentes en la empresa por un tiempo. —soltó y Dane lo miró con los ojos entrecerrados.
Josh Mackenzie vio que Dane estaba a punto de responder, así que se adelantó.
—Sé que no estás de acuerdo con esto, pero es lo mejor. Te sugerimos que lo hagas para evitar atraer más escándalos sobre la empresa... ¿O es que acaso no ves que ya nos está costando volvernos a levantar? ¡Otro escándalo como este es más que suficiente para terminar de hundirnos! —agregó el anciano y se soltó los botones del saco, de pronto parecía estar necesitando oxígeno.
—¡Ustedes pueden tener todas las razones que se les ocurran!... Pero no pienso dejar a Pearl Jasmine sola. No lo pensaba antes, y no lo pienso ahora que hay un asesino suelto.—dijo él rápidamente y PJ sintió cómo el agarre de Dane en su cintura se tensó aún más.
Bill Johnson soltó un pequeño gruñido de irritación y Josh Mackenzie se aclaró la garganta.
—Pues te diré qué, Dane. Quieras o no, vas a tener que dejar a PJ encargada de la empresa; porque ella fue asignada por nosotros como la única capaz de llevar a cabo la presidencia de forma provisional. —informó y PJ palideció.
—¡No puedes ponerla hacer algo que no quiere!—salió Dane en su defensa.
—¡Por supuesto que sí! ¡Ya fue asignada!... No tenemos a más nadie que se haga cargo de la empresa por ahora. Tú tienes una investigación a cuestas y Peter también está siendo investigado. No hay nadie más que cumpla con las funciones.—indicó Josh Mackenzie.
—¡Piénsalo! Es ella o la empresa cierra hasta que terminen las investigaciones de ustedes dos y se demuestre que son inocentes. —agregó Bill, haciendo sentir a Dane que lo tenían entre la espada y la pared.
Él posó su mirada sobre PJ dándole a entender que al final ella tenía la última palabra sobre el asunto.
—Con todo el respeto, creo que los miembros del Consejo se han enloquecido... ¿Como siquiera pueden pensar que yo estoy capacitada para encargarme de la presidencia de la empresa?—dijo PJ sorprendiéndose a sí misma. No podía creer que había encontrado su voz en medio de tanto nerviosismo.
—Necesitamos encontrar soluciones, señorita. Si Dane está de acuerdo, él puede ayudarle y guiarla mientras usted cumple con las tareas de presidencia. De cualquier manera, no creo que sea nada nuevo para usted pues tengo entendido que ya lo venía haciendo todo para ayudar a Peter.—soltó Bill Johnson haciendo que Dane se sintiera muy celoso y PJ se sonrojara por la vergüenza de haber sido expuesta.
Ella miró a Dane y él le regresó la mirada.
Dane lo entendió en ese mismo instante; PJ estaba dispuesta a hacerle frente a la situación.
Esa mirada de PJ lo excitó un poco.
¿Cómo era posible que su mujer pasara de nerviosa a decidida de un segundo a otro?
—¿Estás segura?—susurró mirándola a los ojos.
—No estoy segura, pero creo que lo mejor es intentarlo, ¿no?—contestó ella y Josh Mackenzie sonrío abiertamente.
—Por supuesto que sí. Le aseguro que le irá muy bien. Confiamos en que ustedes pueden hacer esto, pues ya han hecho un trabajo increíble dirigiendo la empresa juntos.—agregó y Dane entendió que los miembros del Consejo estaban verdaderamente necesitados, si eran capaces de adularlos tanto para conseguir lo que tan desesperadamente necesitaban.
—Tú tienes la última palabra, preciosa. —susurró y acarició con suavidad la cintura de PJ.
Ese fue el momento específico en el que ella se dio cuenta de que literalmente era la única solución.
—Está bien, lo haré. —soltó PJ armándose de valor y sorprendiendo a Dane que la miró enamorado.
—Perfecto. Estamos seguros de que hará un trabajo impecable como lo ha venido haciendo hasta ahora. Por cierto... —dijo Bill Johnson y se giró hacia Dane. —Tienes media hora para salir de la empresa. Ese es todo el tiempo que te daremos para que te despidas. Hasta nuevo aviso... Sin más qué decir, es hora de retirarnos.—agregó y la pareja vio cómo los miembros del Consejo salían de la oficina.
Una vez que se encontraron solos de nuevo, PJ se giró para preguntarle a Dane cuál era su primer consejo para ella como presidente provisional de la empresa, pero él ni siquiera le dio chance de hablar porque rápidamente sujetó sus mejillas con delicadeza y unió sus labios a los de PJ en un beso hambriento.
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AMOR INESPERADO (FATE I)
Roman d'amourPJ es una chica despistada pero brillante que quiere salir adelante, encuentra su oportunidad de una manera inesperada... Que incluye a dos problemas muy sexys. Uno es un moreno que parece ver en ella la solución a sus problemas, y el otro es un rub...