No... Ella tenía demasiado tiempo extrañándolo como para interrumpirlo.
Los labios de Dane descendieron a los suyos con una lentitud embriagante.
PJ sintió cómo se mojaban sus pliegues con sólo ese beso y recordó que le había dicho a Dane que no iban a tener sexo de nuevo hasta que hicieran las cosas en el orden correcto... Pero en ese momento decidió enviar el orden correcto el demonio.
Lo necesitaba y lo quería en ese mismo instante.
—Preciosa... —comenzó a decir Dane, sonando como si estuviera adolorido.
—Sólo bésame...—pidió ella decidida a dejar que las cosas sucedieran. Ya después tendrían tiempo de hacer las cosas en orden; en ese instante lo quería e iba a tenerlo.
Dane obedeció su orden de inmediato; comenzó a besarla hambriento, sintiendo que el tiempo sin probarla había sido una eternidad.
Él llevó una de sus manos al cuello de PJ, sujetándola con suavidad para asegurarse de besarla bien.
Ella abrió la boca mejor y soltó un gemido contra los labios de su prometido, haciendo que a él se le erizaran los bellos de la nuca gracias al sonido.
Los sonidos que PJ hacía eran la cosa más erótica que pudiera existir.
Dane sintió un arranque de excitación al notar que ella, en lugar de detenerlo, lo estaba animando con su entrega.
—Debemos parar cariño... Dijiste que no podíamos volver a hacerlo, y ahora mismo estoy muy cerca de no poderme aguantar. —admitió Dane, interrumpiendo el beso con pesar.
PJ sonrió contra su boca divertida por las palabras de Dane.
—Quiero que me hagas el amor.—susurró ella, haciéndolo sisear de asombro.
—No se diga más.—Él volvió a besarla y la levantó contra su cuerpo, sujetándola por los muslos. La siguió besando mientras caminaba, pero se encargó de hacer pequeñas pausas para fijarse hacia dónde iban a través de los pasadizos.
Así estuvieron por un par de minutos, hasta que PJ se contoneó contra él haciéndolo perder el control y Dane decidió que no había tiempo suficiente como para llegar hasta la oficina; así que decidió usar el pasadizo que estaba a su derecha, el cual los llevó a la sala de juntas del piso de presidencia.
PJ ni siquiera prestó atención a lo que él estaba haciendo, ella continuó besándolo en el cuello y acariciándole la espalda, perdida en la necesidad de tenerlo cerca.
—Rápido.—exigió PJ y Dane intentó ser lo más rápido posible.
Entró con ella a tropezones y la sostuvo contra la pared de la sala, besándola con intensidad al tiempo que comenzaba a quitarle la ropa a su mujer.
—Me encantas.—dijo él en cuanto comenzó a jugar con el borde de su sujetador, haciendo que la piel de PJ se erizara por la expectación.
Le avergonzó un poco darse cuenta de que sus pezones clamaban por el toque de Dane, pero al mismo tiempo ella no quería apresurarlo porque deseaba disfrutar cada segundo de ese encuentro. Lo había estado esperando, así que no quería que se acaba tan rápido... Todo era tan primitivo y contradictorio para ella.
—Estoy muriendo, bebé.—admitió ella, víctima de todas las sensaciones que le causaba Dane al mantenerla cerca mientras la besaba.
A PJ le encantaba sentir la diferencia entre ellos dos. Amaba sentirse suave contra la dureza del cuerpo de Dane; le encantaba su fuerza, en encontraste con su vulnerabilidad. Se sentía poderosa cuando él la tocaba y la veía de esa manera. Como si fuera la cosa más preciosa que él había visto.
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AMOR INESPERADO (FATE I)
RomancePJ es una chica despistada pero brillante que quiere salir adelante, encuentra su oportunidad de una manera inesperada... Que incluye a dos problemas muy sexys. Uno es un moreno que parece ver en ella la solución a sus problemas, y el otro es un rub...