AMOR INESPERADO (FATE I)

CAPÍTULO 26: CORAZONADA.

Efectivamente, el chisme ya estaba moviéndose por los pasillos de X.O.Woods.

Era tan rápido como un virus altamente contagioso, pero Dane y PJ lo ignoraban en ese momento... No podían preocuparse por eso cuando estaban luchando por llegar vivos a la oficina de Dane.

—¡Te dije que me sueltes, eres un imbécil!—gruñó ella furiosa y él la sujetó más fuerte, sus dedos hundiéndose en los muslos gruesos de PJ.

Dane se preguntó si acaso estaba dejándole marca con su agarre... Se preguntó cómo se vería la piel de ella marcada por sus grandes manos.

—¡Mierda!—soltó PJ al tiempo que se agarraba la cabeza después de habérsela golpeado con una de las paredes del ascensor. Su quejido sacó a Dane de sus pensamientos.

Él dio un paso hacia el centro del ascensor, intentando evitarle otro golpe, pero ella no notó su consideración. Siguió retorciéndose furiosa mientras intentaba hacer que Dane la soltara.

—¿Podrías quedarte quieta?—le reclamó y sintió unas repentinas ganas de propinarle una nalgada.

Él se sonrojó y agradeció el hecho de que ella no pudiera verlo.

Mientras más tiempo pasaba con PJ, más pensamientos sucios tenía sobre ella y las cosas que podía hacerle.

—¡Lo haría si me dijeras qué demonios haces!—exclamó casi sin voz.

Sintió cómo él se sacudía debajo de ella y PJ se preocupó.

¿Dane estaba teniendo espasmos?

¿La iba a dejar caer?

Estuvo a punto de expresar su preocupación, pero luego lo escuchó reír y su furia regresó con fuerza.

—¡Eres un idiota!—gruñó volviendo a retorcerse y golpearlo.

El ascensor se detuvo y las puertas se abrieron.

—¡Ten cuidado con la forma en la que te diriges a tu nuevo jefe! ¡Soy tu único jefe de ahora en adelante!—exclamó Dane y caminó hacia su oficina con rapidez.

Entró y cerró la puerta con seguro, para luego dejar a PJ en el suelo.

—¡Mi jefe era Peter!—exclamó ella. En realidad sabía que Peter nunca había hecho nada para ser considerado un jefe, pero lo dijo por la pura intención de hacer enojar a Dane.

—¡Tú lo has dicho, era! ¡Ahora mismo el consejo me asignó una nueva secretaria de presidencia! ¡Adivina quién es la suertuda!—exclamó él y le mostró la pantalla de su teléfono en donde claramente se leía un mensaje de presidencia en el que se le informaba que PJ había sido asignada para trabajar directamente con él.

—No puede ser.—se quejó ella y Dane sonrió abiertamente.

—Soy tu nuevo jefe directo, cariño. Te guste o no, estás bajo mis órdenes, PJ.—dijo burlón y ella le estampó su teléfono en el pecho. Estaba furiosa.

—¿Qué es lo que te pasa? ¿Cómo te atrevista a cargarme así delante de todos? ¿Por qué ahora actúas tan insistente conmigo?—le reclamó y él se encogió de hombros.

—No me pasa nada. Simplemente no podía soportar que siguieras soltando idioteces en público, así que agradéceme después. —dijo con altanería y ella abrió la boca con asombro. —Y, sobre la insistencia en que trabajes conmigo... Digamos que fuiste la ayudante de Peter mientras cometía actos ilegales y ahora serás mi ayudante mientras consigo la manera de arreglar esta mierda.—explicó mirándola con seriedad.