CAPÍTULO 51: TOQUES TIERNOS.

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PJ y Dane habrían seguido en su burbuja sensual de no ser porque Patricia soltó un chillido llamando su atención.

PJ miró por la ranura y vio que Peter estaba tirando del cabello de Patricia hacia atrás, con fuerza como si no temiera arrancarle los mechones de raíz.

Patricia soltó quejidos, aunque para sorpresa de PJ, la rubia no se veía ni un poco adolorida.

Al contrario, tenía una gran sonrisa en los labios, como si su objetivo inicial hubiese sido sacar a Peter de sus casillas.

—¿Qué no puedes hablar de otra cosa que no sea eso? ¿ no te importa más nada? ¡Quiero sexo, Patricia! No vine aquí sólo a ejercitar la lengua... Quiero que tú la ejercites. Traje una paleta para tí.—dijo Peter causándole asco a los espías que pusieron una mueca en sus rostros.

Vieron cómo Patricia se agachó al tiempo que Peter comenzó a bajarse el cierre de los pantalones.

PJ se giró rápidamente, quedando a escasos centímetros del rostro de Dane, que automáticamente se inclinó hacia el de ella.

Dane hizo un gesto con su cabeza, indicándole a PJ que lo mejor era irse.

Ella asintió y él procedió a liderar el camino por los pasadizos.

Un par de minutos después, comenzaron escuchar los gemidos de placer de Peter y PJ soltó un quejido asqueada.

Dane río por lo bajo, contagiándola de su risa y sintiendo que estaba feliz de que PJ fuera la compañera perfecta para ese tipo de situaciones extrañas que estaban viviendo.

Él no se veía viviendo esos momentos con otra persona que no fuera ella.

Dane subió su mano al cuello de PJ con lentitud, movido por el momento romántico sintió que era el instante perfecto para besarla, pero PJ le dio una mirada pícara entendiendo lo que él intentó hacer y retrocedió, escapando del toque tierno de su mano.

—Detén tu caballo, vaquero.—bromeó ella haciéndolo suspirar de forma ruidosa.

Dane la siguió guiando por los pasadizos con una expresión de derrota en el rostro.

Se estaba muriendo por hacerle el amor.

Caminaron por un buen rato, hasta que de pronto se dieron cuenta de que estaban caminando por unos pasadizos que no habían caminado antes y PJ detuvo sus pasos de forma brusca.

—Creo que te equivocaste.—dijo burlona.—El "Gran Dane Hard" equivocándose; este momento es digno de grabar. —agregó muerta de la risa.

—Odio admitirlo, pero creo que tenías razón cuando dijiste que debíamos cruzar a la derecha en lugar de la izquierda. —admitió él también con una sonrisa, haciendo que PJ se sintiera un poco más enamorada de él.

Dane la rodeó con su brazo y la atrajo hasta su pecho... Necesitaba sentirla cerca.

—¿Qué estás haciendo, Lucy?—preguntó la voz inconfundible de Luca Minutti, resonando por las paredes del pasadizo en el que se encontraban.

Dane y PJ compartieron una mirada de asombro, pues la oficina de Luca estaba debajo del piso de presidencia, lo que quería decir que habían bajado mucho más de lo que pensaban.

—¿Cuántas veces voy a tener que emborracharme y venir hasta acá a pedirte que regreses?—preguntó Lucy con voz extraña y Dane abrió los ojos exageradamente, dándose cuenta de que su hermana tenía algo con el encargado de correspondencia.

—¿Cuántas veces voy a decirte que ya no hay arreglo para esto, Luce?—respondió él sonando dolido y Lucy soltó un gruñido de frustración que hizo eco por el pasadizo.

AMOR INESPERADO (FATE I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora