¿Cómo diantres había entrado, si se suponía que el Consejo había cerrado esa oficina con llave y le había quitado las llaves a Peter?
—Sí... No. Ya te dije que tu oficina sigue igual que como se veía la última vez que estuvimos aquí.—escuchó decir a Patricia y se tensó, entendiendo que obviamente estaba hablando con Peter Johnson.
Dane maldijo en ese momento el no haber traído su teléfono para grabar.
—Sí, lo sé... Pero no podemos perder el tiempo quejándonos. Necesitamos resolver la situación. Sólo piénsalo, al menos tu padre te ha estado ayudando con el proceso judicial. —indicó Patricia y Dane deseó poder escuchar lo que Peter le respondía desde el otro lado del teléfono. —Está bien... Sí. Te esperaré aquí; es mejor porque quiero que me expliques con pelos y detalles qué es lo que debemos hacer a continuación.—dijo Patricia mientras se inclinaba en el asiento que estaba detrás del escritorio, prácticamente acostándose en el mismo para luego subir sus pies sobre el escritorio. —Perfecto. Adiós. —se despidió y Dane la vio colgar la llamada.
Dane sintió que había tenido el golpe de suerte más grande de su vida en ese instante. Él no había necesitado escuchar gran cosa para asumir que ya había dado directamente con los culpables del robo a la empresa.
Pensó que ese era su momento perfecto para regresar antes que Peter, así que como pudo se apresuró a regresar a la oficina en la que PJ se encontraba.
Él sabía que PJ no tenía idea de que él había acondicionado el pasadizo detrás de la oficina para tener su propia oficina secreta allí y así poder ayudarla con más comodidad mientras la protegía de cualquier peligro... Así que, obviamente se esperó la cara de asombro que puso su mujer cuando lo vio salir de detrás de la biblioteca de nuevo.
—Dane... ¿Qué estás haciendo ahí?—preguntó y se acercó rápidamente a él al verlo tan acelerado.
—¿Además de ser un maldito arrogante?—respondió él sin poderse contener y PJ lo miró con los ojos abiertos y sonrojada.
—No lo dije de esa manera... Espera... ¿Estabas espiándome?—preguntó ella sin podérselo creer.
Siempre que pensaba que Dane no podía ser más controlador, él venía y le demostraba que podía ser diez mil veces más controlador que lo que ella creía posible.
Dane recordó impaciente lo que estaba sucediendo y gimió para luego acariciarle la barbilla respingona.
—Después podemos discutir acerca de mí siendo un controlador, preciosa... Y también sobre ti odiando ese rasgo de mi personalidad; pero ahora mismo necesito que me sigas rápido para mostrarte algo antes de que sea muy tarde. —dijo él apresurado y entrelazó sus manos, para luego tirar de ella hacia el interior de los pasadizos. Rápidamente la guió a través de ellos y se detuvo frente a la pequeña ranura que les dejaba ver el interior de la oficina de Peter.
Ella la reconoció rápidamente pues había estado ahí muchas veces.
PJ lo miró como si no entendiera qué era lo que él le quería mostrar, hasta que él le señaló que se fijara bien por la ranura.
Ella obedeció sin hacer ruido y abrió su boca con asombro al ver a Patricia sentada como si nada.
De pronto, y para aumentar el asombro del par de espías, Peter entró a la oficina.
Lo hizo como si el lugar nunca hubiese sido clausurado.
Patricia se puso rápidamente de pie y chilló de forma ridícula corriendo a encontrarse con los brazos abiertos de Peter, que no dudó en besarla como si quisiera succionarle la cara como una aspiradora.
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AMOR INESPERADO (FATE I)
RomansaPJ es una chica despistada pero brillante que quiere salir adelante, encuentra su oportunidad de una manera inesperada... Que incluye a dos problemas muy sexys. Uno es un moreno que parece ver en ella la solución a sus problemas, y el otro es un rub...