CAPÍTULO 37: EXPECTANTE.

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—¿Estás segura de que son los disfraces lo que se te da bien? Porque estoy dispuesta a apelar esa sentencia.—soltó PJ con las mejillas y cuello enrojecidos.

La verdad era que su amiga sí que tenía talento en convertirla en una persona totalmente diferente... PJ no se parecía ni un poco a la mujer que había entrado en esa casa.

Chris, enfundada en un disfraz de batichica, puso los ojos en blanco.

—Te ves espectacular, así que deja de ser un grano en el trasero.—refutó.

—Parezco alguna clase de ángel porno versión Victoria's Secret.—se quejó PJ y Chris soltó una carcajada.

PJ hizo una mueca.

—¡No puedo usar esto toda la noche!—insistió y su amiga negó con la cabeza.

—Ya hablamos sobre esto. Vas a ir con ese maravilloso vestido, tocarás los huevos de Dane con tu actitud mojigata, como siempre, y lo harás caer rendido con tu virginidad. Será divertido para ti (porque está como quiere el condenado) y todos ganamos a un jefe mucho más que contento.—dijo haciendo que PJ se carcajeara ante su elección de palabras y su ingenio.

—Eres terrible.—le dijo y luego volvió a mirarse en el espejo de cuerpo completo que tenía Chris en su habitación.

Sí... La verdad era que ella misma pensaba que se veía muy sexy. Su amiga le había convertido el cabello en un increíble espectáculo de rizos, haciéndola parecer más exótica de lo que ya se veía.

El disfraz de ángel parecía contrastar con su piel trigueña, haciéndola lucir un extraño bronceado natural que, ella juraba, antes no estaba ahí... Y sus ojos. Ni siquiera sabía cómo procesar la forma en la que se veían a través del antifaz.

Por primera vez veía cuán llamativos eran, aunque tuviera que acercarse más de lo normal al espejo para examinarse.

—Hiciste un trabajo increíble conmigo, Chris. Siento haberme quejado... En realidad me veo increíble, hace un momento estaba hablando desde mis inseguridades.—admitió intentando ser más agradecida, y además concediendo que se veía linda y no por eso dejaba de ser ella misma.

—Sólo te asustaste... Es normal considerando que jamás te habias visto así. Tranquila, no eres otra. Sólo eres una versión mejorada.—le dijo la rubia acariciándole los hombros desnudos y mirándola con orgullo a través del espejo.—Te mereces sentirte cómoda contigo misma. Incluso cuando te ves así, cariño.—susurró y PJ asintió con los ojos húmedos. —Necesitas cambiar la forma en la que te ves a ti misma, PJ. —agregó haciendo que ella sintiera cómo su palabras calaban hondo en su pecho.

—Okay, okay... Tienes razón. —admitió la castaña y luego respiró profundo, armándose de valor.

En ese momento escucharon que alguien tocó la puerta de la habitación de Chris y la rubia puso los ojos en blanco, teniendo idea de quién se trataba.

Sólo había otra persona en esa casa... Además del mayordomo que era un pan de Dios y jamás la molestaba.

—¡Déjanos en paz!—gruñó.

Con cada segundo que pasaba dentro de esa casa, PJ se sentía más sorprendida de la relación entre Chris y su tutor James. Le quedó muy claro que Chris no lo soportaba, se preguntó qué razones tendría para tener una relación tan mala con él.

Chris le había contado que vivía con él gracias a que su hermano lo asignó como su tutor antes de morir. Pero Chris le había llegado a comentar que incluso antes de ser su tutor ella y James tenían historia.

AMOR INESPERADO (FATE I)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora